Qué se dice

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Estocada mortal– Lo que acaba de hacer el Senado de la República al ratificar a cinco de los seis miembros de la Cámara de Cuentas, dejando en su presidencia a la doctora Liselote Marte de Barrios, encierra importantes lecciones que los ciudadanos no solo debemos aprender sino también  memorizar, pues nos serán muy útiles en un futuro no muy lejano.

En primer lugar, se trata de una grosera burla a los mas de doscientos profesionales que creyeron y confiaron en que su formación académica y experiencia laboral constituían méritos suficientes para optar por un cargo público de tanta importancia, por lo que se pusieron de mojiganga sometiéndose al escrutinio  de los diputados  –burlados también por los senadores– que durante  semanas trabajaron en la confección de las distintas ternas. En segundo lugar, vuelve a quedar demostrado que nuestra  clase política no es digna de confianza, que coloca sus propios  intereses por encima de los intereses del país, y que de ninguna manera le interesa que exista un organismo institucionalmente fuerte en capacidad de fiscalizar con eficiencia y rigor el uso que dan  a los recursos públicos cuando están en el poder.

Y en tercer lugar, resulta obvio que el PLD, su gobierno y sus funcionarios procuran  blindarse contra cualquier persecución ante la eventualidad de que el porvenir político inmediato  les depare una derrota electoral en las elecciones presidenciales del 2012, que en el caso de una  organización política con tanto control sobre los poderes sobre los que se sustenta el Estado dominicano será siempre una derrota parcial  y llevadera, pues cuatro años pasan bastante rápido si se pasan bien, y las señoriales residencias  campestres que se han hecho construir los principales  funcionarios de este gobierno nos dan un idea de lo bien que se la van a pasar. En conclusión: el Senado acaba de propinarle, con absoluta premeditación y alevosía, otra estocada mortal a la democracia dominicana y sus instituciones.

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