Al paso que vamos muy pronto se agotarán los adjetivos que a duras penas nos permiten describir lo que está sucediendo en los hospitales públicos, sobre todo después de que la Coordinadora de Salud decidiera convocar a una huelga general por lo que resta de semana, mientras el país se hunde cada vez mas en el abismo de una crisis eléctrica que solo puede empeorar. Ese desolador panorama, sin embargo, no ha hecho mella en el excelente ánimo que exhibe últimamente el presidente Mejía, quien parece haber superado los efectos de la resaca electoral, recuperando el buen talante de sus mejores días. Esa debe ser la explicación a sus visitas vespertinas, cada vez más frecuentes, a la flamante residencia campestre que se hizo construir en la comunidad de Canastica, en las bellas lomas de San Cristóbal, donde junto a un grupo de habituales contertulios se deleita en interminables partidas de dominó, salpicadas con una sabrosa conversación y una excelente picadera. A quien Dios se lo dio…

[b]Los agraciados[/b]

Los contratistas de las obras construídas para los Juegos Panamericanos, a quienes el gobierno adeuda todavía más de 500 millones de pesos, acaban de recibir la agradable noticia, desde el Palacio Nacional, de que ya está listo el libramiento 1043 que les permitirá cobrar 250 millones de pesos como abono a esa deuda. La buena nueva llegó el mismo día que esta columna dio a conocer las intenciones de algunos de esos contratistas, al borde de la desesperación y sin nada que perder, de revelar la verdadera naturaleza de las «trabas burocráticas» que, según venían denunciando de manera sistemática, impedían que se juntaran con su dinero. A lo mejor una cosa no tiene nada que ver con la otra, y solo se trata de una mera coincidencia. Mientras tanto, y en lo que se averigua el caso, no nos queda más remedio que felicitar a los agraciados.

[b]El SOS de Alexandra[/b]

La dirigente reformista Alexandra Izquierdo acaba de hacer un vehemente llamado al empresariado, a las distintas iglesias y también a la activa y beligerante sociedad civil, para que de alguna manera acudan en auxilio del agónico Partido Reformista Social Cristiano, pues su desaparición del escenario político criollo representaría «un duro golpe» para la democracia dominicana. La también integrante de la comisión ejecutiva propone que el CONEP, Participación Ciudadana, Finjus, y sin duda también monseñor Agripino Núñez Collado (aunque no lo haya mencionado por su nombre), presten atención al avanzado proceso de disolución que afecta a ese partido, una lamentable pérdida para nuestra democracia que podría conducirnos por los azarosos caminos que ya recorrió Venezuela hasta llegar a Hugo Chávez. Lo que doña Alexandra está pidiendo, en realidad, es que toda esa gente, sin duda muy influyente, haga por el PRSC lo que su propia dirigencia no ha sido capaz de hacer para preservar el valioso legado del doctor Joaquín Balaguer.