Complaciendo peticiones.- Tatiana García, mejor conocida entre sus vecinos de María Auxiliadora como La Chichi, ha tenido la suerte de estar en el lugar indicado en el momento preciso, justo cuando pasaba el presidente Leonel Fernández, pero fue su gran esfuerzo (corrió y corrió detrás de los vehículos de la caravana hasta que logró entregarle, casi al filo de lo imposible, un papelito al mandatario), que uno de nuestros periódicos recogió en una enorme foto que publicó en su primera plana, lo que fue generosamente recompensado. Tatiana y su esposo visitaron ayer el Palacio Nacional para recibir el motor y los electrodomésticos que le solicitó al presidente Fernández, donde también recibieron la promesa de una compra mensual de alimentos para ellos y sus tres hijos. Dicen que a quien Dios se lo dio que San Pedro se lo bendiga, pero si ese milagro se produce en medio de una campaña electoral muchísimo mejor, y si no lo creen pregúntenle a La Chichi.
Coincidiendo con el enemigo.- El senador peledeísta por La Vega, Euclides Sánchez, acaba de integrarse al debate en torno a la crisis surgida en el centro de cómputos de la Junta Central Electoral a raíz de los cuestionamientos a su director, Franklyn Frías, y lo ha hecho sumándose a quienes solicitan su destitución, como una forma –sostiene– de resolver el conflicto, y más que nada por el bien de la democracia y la transparencia que debe rodear las elecciones de mayo del 2012. Curiosamente, el legislador oficialista no solo contradice la línea de su partido (recuerden que desde que se produjeron las primeras denuncias sobre la situación del centro de cómputos de la JCE una delegación del PLD acudió al tribunal a expresarle su apoyo a su presidente), sino que se pregunta, al igual que tantos curiosos espectadores que miramos el juego desde las gradas, cuál es el interés de Roberto Rosario en proteger a un funcionario tan cuestionado.