Regateo.- Hace unos días el dirigente reformista y diputado por Jarabacoa Ramón Rogelio Genao, vocero de la bancada del PRSC, volvió a la carga reclamando un trato justo, que se corresponda con la aportación de esa organización, en votos contantes y sonantes, a la victoria de Danilo Medina y el Partido de la Liberación Dominicana en las pasadas elecciones presidenciales, cuando se repartan los puestos y posiciones del nuevo gobierno que arranca a partir del próximo 16 de agosto.
A ese reclamo público, tan afrentoso como impertinente, Reinaldo Pared Pérez, secretario general peledeísta y presidente del Senado, respondió que los reformistas no hubieran sacado ni el 3% de las votaciones sin el apoyo del PLD y el gobierno. Y como palabras traen respuestas, la andanada de Pared Pérez fue respondida por su colega Félix Vásquez, vocero de la bancada del PRSC en la Cámara Alta, quien se quejó de que el presidente del Senado pretenda desconocer ahora la contribución electoral de los reformistas y demás fuerzas aliadas, que al igual que Genao considera determinantes para la victoria de Danilo Medina.
Ese tirijala entre reformistas y peledeístas podría prolongarse hasta el infinito, pero es obvio que por ese camino no se pondrán de acuerdo nunca sobre cuál es el valor de esos votos o cuál sería la mejor forma de compensar el aporte electoral del PRSC a la continuidad del peledeísmo en el poder, o mejor dicho en la administración de los recursos públicos que tantos bolsillos –y de manera tan generosa– ha llenado, ni parece que un debate público y abierto sea el escenario más conveniente para un regateo tan impúdico y bochornoso. Pero al menos sirve de recordatorio al resto de la sociedad de lo mucho que se ha degradado la práctica de la política en la democracia dominicana, permeada hasta la médula por el clientelismo, y sobre todo la necesidad de producir los cambios que nos ahorren un espectáculo tan penoso como el que estamos presenciando.