Qué Se Dice

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Una pérdida sensible.- Roberto Salcedo puede ser definido, con todo derecho, como un político  exitoso, de lo que han dado fe las encuestas   que lo sitúan entre los mejor valorados por la población, lo que hace que se le considere como uno de los más valiosos activos electorales con que cuenta el Partido de la Liberación  Dominicana.

Tampoco puede decirse que haya sido un mal síndico, sobre todo si no le tomamos mucho en cuenta  las recurrentes crisis que por una razón u otra se producen en  el servicio de recogida de la basura, pues sus obras y realizaciones están ahí para defenderse –si fuere necesario– por sí mismas, y a todos nos constan sus desvelos  y preocupaciones por hacer de la ciudad de Santo Domingo  un lugar más acogedor para vivir.

Ocurre, sin embargo, que a un hombre al que le ha ido tan bien en la política, que como síndico ha sido favorecido por sus conciudadanos con su confianza y sus votos por dos períodos consecutivos, de repente anuncia que no regresa a un cargo público debido a las frustraciones que ha tenido que padecer y los sufrimientos por los que también ha tenido que pasar su familia.

El síndico capitaleño no ofreció razones ni detalles sobre la frustración que dice sentir ni mucho menos sobre sus causas , lo que no ha impedido que lluevan   las especulaciones  intentando dar con los motivos de  su sorpresiva decisión, entre las que predomina la que da cuenta del disgusto que habría sufrido  a causa del tratamiento recibido de  parte del Banco de Reservas a causa de la polémica deuda  contraída por Fenatrano con la institución bancaria y a la que el cabildo capitaleño sirvió de garante.

Si Salcedo mantiene su palabra, si ciertamente decide apartarse de las ingratitudes y sinsabores  a los que se expone quien ostenta un cargo público,   estamos hablando de una  pérdida que un PLD con aspiraciones de continuar en el poder más allá del 2012 no puede darse el lujo de sufrir.

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