Politizados.- ¿Qué otro recurso le queda al gobierno, arrinconado y sin respuestas ante el reclamo de que se asigne el equivalente al  4% del PIB a la educación que promueven mas de doscientas organizaciones de la sociedad civil, que no sea recurrir al gastado y poco original argumento de que el movimiento ha sido politizado? ¡Claro que ha sido politizado!

Y ha sido politizado, precisamente, cuando más falta hacía, cuando era más necesario el concurso de los políticos en favor de una causa que repalda –91% según la encuesta Gallup-Hoy– la mayoría de la población. Y es que si bien es cierto que desde su germinación el movimiento que exige el cumplimiento de la Ley General de  Educación 66-97 ha sido un ejemplo de ejercicio de ciudadanía proactiva, responsable y comprometida, nunca se puede perder de vista que sin los políticos, quienes son los que operan o tienen acceso a los mecanismos del poder, no es posible hacer una realidad esa aspiración,  como acaban de demostrar los diputados con el envío del Proyecto de Presupuesto  a una comisión para que  estudie la posibilidad de incluir el 4% del PIB para la educación, lo que no hubiera sido posible sin el respaldo   de la bancada del PRD, de ocho legisladores del PRSC, tres de organizaciones minoritarias,  y el voto disidente de cinco diputados del PLD y la abstención de otros cinco.

Así que diga lo que diga Vicente Bengoa lo cierto es que ese movimiento, inédito en la democracia dominicana, nunca ha sido de naturaleza política, aunque  tampoco puede esperarse que sus promotores sean tan ingenuos como para no darle la bienvenida, en este momento crucial, a una alianza  con los políticos, que por primera vez en mucho tiempo tienen  la oportunidad de hacer algo verdaderamente importante por el país por el que tanto se han “sacrificado”.