El asesor- Si el presidente de la Comisión Nacional de Etica y Combate a la Corrupción afirma que el presidente Leonel Fernández no está siendo informado con la debida lealtad sobre el caso de Sobeida Féliz, el boricua José Figuereo Agosto y la sólida estructura delictiva que les ofrece amparo y protección en el país tiene uno necesariamente que creerle, pero también preguntarse si el mandatario habrá dejado de prestar atención a los consejos y recomendaciones de su también asesor en materia de drogas, por quien ha dicho sentir una profunda admiración y respeto.
¿Qué impide que el doctor Marino Vinicio Castillo, quien tiene su despacho en el Palacio Nacional, le cuente al presidente Fernández todo lo que hizo público ayer en un programa de televisión sobre lo que ya es conocido como el caso Sobeida? ¿O será que las circunstancias que rodean al mandatario es en realidad un anillo impenetrable que está impidiendo que le llegue información vital sobre la verdadera magnitud de las operaciones en territorio nacional de un enemigo tan peligroso como el narcotráfico? No sé si el doctor Castillo esté dispuesto a decir más de lo que ya dijo para despejar esas y muchas otras interrogantes o si alguien se acordará de ponerle el tema al presidente Fernández cuando regrese de su larga gira por el exterior, pero en lo que el hacha va y viene conviene hacer conciencia de que estamos a merced de las lacras que, según el asesor presidencial, abundan en los organismos antinarcóticos, pero también de gente desleal que oculta o falsea las informaciones que ofrece al mandatario sobre las andanzas en el país de Figuereo Agosto o la misteriosa fuga de Sobeida. O sea –para decirlo con la mayor propiedad posible– que simple y sencillamente nos jodimos.