Mientras llega la lista.-  “Todo lo que signifique el cumplimiento estricto de  la ley, este Gobierno, y personalmente estamos comprometidos plenamente con garantizar transparencia… Todo lo que la Suprema mande al gobierno será extraditado, sea quien sea, como siempre lo hemos hecho”.

La frase, pronunciada por el presidente Leonel Fernández durante la entrevista concedida a Huchi Lora el pasado viernes, de seguro pondrá mucho más  tensos y nerviosos a los socios y protectores del ex capitán del Ejército Nacional Quirino Ernesto Paulino Castillo, preso en Nueva York acusado de narcotráfico y lavado de activos, sobre todo entre aquellos con méritos suficientes para ser incluídos en la ya famosa “Lista de Quirino” producto del acuerdo del ex oficial con la justicia   norteamericana, y que se espera llegue en cualquier momento al país  vía la embajada norteamericana.

La afirmación del Presidente, sobre todo su claridad y contundencia, deberían despejar las dudas y escepticismos de quienes creen que el gobierno no tiene los suficientes pantalones –para decirlo que lo entienda todo el mundo– para entregar a la justicia norteamericana a los reclamados, sobre todo si se trata de personas de relevancia social y económica, pero tanto los que decidan confiar en la palabra del mandatario como aquellos que, como Santo Tomás,  esperarán a que se produzcan esas extradiciones para creer en ellas, deberán armarse de paciencia y esperar la llegada de la famosa lista para saber no solo lo que harán finalmente las autoridades con los que estén allí incluídos sino también para conocer los nombres y apellidos de los agraciados. Mientras tanto, las ventas de Lomotil y otros conocidos antidiarreicos siguen viento en popa.