Qué se dice

Qué se dice

¡Qué país tan especial!-  Mientras el beligerante y belicoso Foro Social Alternativo condena públicamente la falsificación y venta de medicamentos, al tiempo que se desvincula de la protesta escenificada en Moca durante el cierre, por parte de  autoridades de Salud Pública y la Dirección General de Aduanas, de más de treinta negocios, el padre Rogelio encabeza una protesta en esa ciudad en respaldo de la permanencia de un comercio que, en el caso de los mocanos, tiene ya tres décadas de existencia.

Pero el padre Rogelio Cruz fue mucho más lejos todavía. En un sermón en el que dedicó más tiempo y argumentos a defender y justificar la venta de muestras médicas en su Moca natal que a predicar la Palabra de Dios entre su grey, el sacerdote recriminó a las autoridades que se ensañen y persigan a los pequeños comerciantes de medicamentos mientras se hacen de la vista gorda ante los grandes laboratorios que los falsifican y  los mercaderes que los distribuyen, que según Rogelio se embolsillan más de 800 millones de pesos al año, pero también les exigió que devuelvan el dinero, los teléfonos celulares, los inversores y las plantas de emergencia que se llevaron (¿qué tendrán que ver con medicamentos falsificados  esas cosas?) cuando realizaron el operativo de incautación y cierre de negocios.

Por supuesto que la protesta y el sermón del hiperactivo cura han caído muy mal a las autoridades de Salud Pública, empeñadas en erradicar una actividad  criminal que atenta contra la vida y la salud de los más pobres, los mismos pobres –valga la aclaración– que con tanto ardor  defiende Rogelio, y ni hablar del cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez, quien ya se pronunció, con su acostumbrado tono enérgico, reclamando detener tan vil comercio. Nadie puede, sin embargo,  alegar sorpresa, alarma o  asombro frente a estas ocurrencias que tan bien nos retratan. ¿No vivimos proclamando, con mal disimulada jactancia, que somos un país muy especial?

Publicaciones Relacionadas

Más leídas