Cordura y sensatez.- No hay Junta Central Electoral sin partidos políticos, ni partidos políticos sin Junta Central Electoral. Ambos se complementan, forman parte de ese todo que llamamos democracia. ¿Por qué entonces su presidente, el doctor Roberto Rosario Márquez, se comporta como si el tribunal de comicios estuviese por encima del bien y del mal y su palabra fuese inapelable? Ha caído muy mal, en medio del diálogo que encaminan el PLD y el PRD, con la mediación de monseñor Agripino Núñez Collado, para buscar una salida a la crisis generada por los cuestionamientos al director de Informática, la advertencia de Rosario a los partidos y organizaciones sociales de que no permitirá que le impongan soluciones, pues pareciera que se está poniendo de mojiganga a nuestro mediador por excelencia, desechando de paso un recurso tan útil a la democracia y sus naturales disensos como el diálogo. Las reacciones de rechazo al tono de esas declaraciones no se hicieron esperar, incluídos los llamados a la cordura y la sensatez hechos al presidente de la JCE, cordura y sensatez que el doctor Rosario parece estar necesitando con urgencia.
El primer paso.- Hay que asumir la propuesta de los jóvenes que han convocado a la Mesa de las Juventudes Democráticas para organizar el entierro de la partidocracia, a la que responsabilizan de la delincuencia, el desempleo y la corrupción, entre otros males que aquejan a la nación, como lo que realmente es: un acto simbólico, la expresión de un deseo de una parte de la población, en este caso la más dinámica y numerosa como lo es la juventud. Esos muchachos saben, porque no son tontos, que la partidocracia dominicana y todo lo que representa no van a desaparecer porque en el día de hoy, a partir de las cinco de la tarde, se produzca su entierro, como saben también que para aprender a caminar lo más importante es dar el primer paso. ¡Adelante!