Trucutú al ataque.- Aunque de la boca para fuera digan lo contrario, lo cierto es que en el Gobierno están preocupados por el curso que han tomado las protestas contra la reforma tributaria, pues aunque hasta ahora su principal blanco es el expresidente Leonel Fernández Reyna y el déficit fiscal que dejó como herencia, ese panorama podría cambiar cuando sus efectos empiecen a sentirse con todo su rigor.
Claro está, algunos funcionarios no han comprendido lo que está ocurriendo, bien sea porque el largo ejercicio del poder casi absoluto ha terminado aislándonlos de la realidad real, la que sienten y padecen los dominicanos y dominicanas que no tienen ni la suerte ni el privilegio de pertenecer al PLD, o porque la arrogancia de sentirse superiores, embriagados por la efímera gloria del poder político, los hace creer falsamente que nunca dejarán de libar sus dulces mieles. El ministro de Interior y Policía, José Ramón –Monchy– Fadul, acaba de llamar mediocres, entre otros epítetos igualmente desconsiderados, a quienes protestan contra el hoyo de Leonel, a los que atribuye el propósito de llevar el país a la inestabilidad política y económica. ¿Realmente estará hablando de los muchachos que se manifiestan frente a Funglode? Es muy difícil que insultando a los que protestan, o pagando paleros para que los agredan, el Gobierno consiga desactivar o contener esas expresiones de descontento social, por lo que puede darse por descontado que sus insultos solo conseguirán exacerbar aún más los ánimos de los protestantes. Al cumplir sus primeros tres meses son muchas las críticas que ha recibido el presidente Danilo Medina por mantener en su gabinete a tantos funcionarios de la pasada administración, sobre todo aquellos que por su comportamiento y pronunciamientos públicos se convirtieron en un pesado lastre para el anterior, el actual y cualquier gobierno, como nos acaba de recordar el trogloditismo de que ha hecho galas el ministro de Interior y Policía.