Qué se dice

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De narcos, política y viceversa– En materia de vínculos con el narcotráfico, parece mas que  evidente que ni el Partido Revolucionario Dominicano ni  el  Partido de la Liberación Dominicana están libres de pecado, por lo que ninguno de los dos, lamentablemente, está en capacidad de arrojar la primera piedra.

Llámese Horacio Cano, Quirino Ernesto Paulino Castillo, Arturo del Tiempo Márquez u Oscar Ezequiel Rodríguez Cruz, los hechos han demostrado que  para los narcotraficantes no hay diferencias significativas entre las siglas PRD y PLD, como no las hay entre Hipólito Mejía y Leonel Fernández al momento de encaramarse al carro del ganador para garantizarse así protección e impunidad para sus ilícitas actividades.

Y es que los políticos dominicanos, cortados todos por la misma tijera, le cogen dinero a todo el que se los da sin parar mientes en su origen o las intenciones de sus donantes, pues los cuartos de los narcos valen tanto como los que reciben de la Junta Central Electoral o de los empresarios que ponen sus huevos en todas las canastas, y eso es lo que verdaderamente importa a la hora de sacar las cuentas. Quienes desde el gobierno quisieron aprovecharse electoralmente de los vínculos  del extraditable Rodríguez Cruz con el candidato perredeísta Hipólito Mejía no calcularon las consecuencias de una jugada tan arriesgada, y es de suponer que tampoco sabían de la existencia de la copia del cheque por valor  de 500 mil pesos que este donó a la campaña del 2004 del doctor Leonel Fernández y el PLD. 

Por eso puede afirmarse sin tapujos ni darle muchas vueltas que si de algo ha servido este escarceo, y más que nada las acusaciones y contra acusaciones de vínculos con narcotraficantes que se han hecho mutuamente importantes dirigentes de nuestros principales partidos, ha sido para demostrar la facilidad con que nuestra  disoluta clase política ha sido infiltrada por el poderoso y omnipresente narcotráfico.

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