Operación letrinas.- Fuera de discusión está que las autoridades de Salud Pública hacen todo lo que está a su alcance para mantener a raya el cólera que ya ha matado a cerca de tres mil personas en Haití, y la mejor prueba es la decisión de construir 1,500 letrinas en las cuatro provincias –Azua, San Juan, Elías Piña y Dajabón– con la mayor incidencia de la enfermedad, a un costo aproximado de 23 millones de pesos. También se exigirá a los propietarios de fincas de esas zonas que contratan haitianos que construyan letrinas para que tengan dónde hacer sus necesidades fisiológicas dada su costumbre de obrarse en el monte, lo que propicia la contaminación de las fuentes de agua y, por vía de consecuencia, la rápida propagación del cólera. Las autoridades calculan que existe un déficit de 100 mil soluciones sanitarias, como llaman en estos tiempos de eufemismos a las letrinas, déficit que adquiere dimensiones dramáticas dada la masiva presencia de haitianos en territorio dominicano y las infrahumanas condiciones en que viven. Saludemos, de todas maneras, la construcción de esas 1,500 soluciones sanitarias, lamentando, eso sí, que dada la magnitud del peligro que nos amenaza resulten insuficientes.
Cumplir la ley.- De acuerdo estoy con la diputada peledeísta Minou Tavárez Mirabal: urge construir una cultura del cumplimiento de la ley, tanto para el Estado que las aprueba y no las cumple, como para los ciudadanos que no queremos respetar ni la luz roja de un semáforo. Consciente estoy, y espero que Minou también, de que no se cambia de un día para otro una actitud tan arraigada en gobernantes y gobernados, aunque sí tengo bien claro por dónde habría que empezar para construir, granito a granito, esa cultura que necesitamos con tanta urgencia: por quienes ocupan un cargo público, empezando por el Presidente de la República, obligados a poner el ejemplo al resto de sus conciudadanos.