Y colorín colorado….- Definitivamente tenía razón el ministro de Interior y Policía, el doctor Franklyn Almeyda Rancier, cuando hace unas semanas declaró –para sorpresa de no pocos– que si el jefe de la Policía Nacional intentaba hacer regresar a los agentes que sirven de custodias a funcionarios, diplomáticos, dignatarios, empresarios, artistas, periodistas y otras personalidades para ponerlos a patrullar las calles, donde tanta falta están haciendo para proteger a la ciudadanía del acoso permanente de los delincuentes, lo harían saltar del cargo, y que lo mismo ocurriría con su persona, pues los afectados correrían de inmediado a llevarle quejas y chismes al Presidente de la República, quien según lo que se deduce de lo expresado entonces por el doctor Almeyda sería muy receptivo a esas diligencias. El Consejo Superior Policial se reunió el pasado miércoles y entre las resoluciones que emitió está la de trabajar en la creación de una línea de mando y supervisión de los policías asignados a dignatarios, políticos, empresarios, funcionarios y demás debido a que la institución no puede perder el control sobre el personal asignado a las figuras antes mencionadas, para lo cual se creó una comisión para darles seguimiento. Lo que todo eso quiere decir, por si todavía no han caído en la cuenta, es que los 15,000 mil agentes (prácticamente la mitad de los 32 mil que integran el cuerpo del orden) que actualmente desempeñan funciones muy ajenas a su naturaleza se quedarán donde están, gracias a lo cual (dicen que no hay mal que por bien no venga) tanto el mayor general José Armando Polanco Gómez como el doctor Franklyn Almeyda Rancier podrán continuar en sus cargos. Y colorín colorado, este cuento se ha acabado…