Sicarios, S.A..- Aunque duela admitirlo, los asesinatos por encargo –el mentado sicariato– son una dolorosa realidad en República Dominicana (58 muertos en apenas dos años así lo testimonian), por lo que cualquier información sobre la manera en que opera ese submundo criminal debe considerarse de suma importancia de cara al que debe ser, en estos momentos, el propósito fundamental de nuestras autoridades: combatir esa industria criminal de manera frontal y sin contemplaciones. Un hombre que asegura pertenecer a una activa red de sicarios acaba de ser entregado por su abogado a la Fiscalía de Santiago, donde confesó que era el responsable de vigilar y ubicar a las eventuales víctimas, información que luego suministraba –a cambio de una cantidad de dinero que no especificó– a los asesinos, cuatro miembros de la Policía Nacional que posteriormente se encargaban de ejecutarlas, como ocurrió –según sus revelaciones– con por lo menos cinco personas. Según Radhamés Antonio Pérez Martínez, quien dice haberse entregado a las autoridades judiciales porque sus antiguos socios lo persiguen para matarlo y evitar que declare todo lo que sabe, esos policías reciben dinero diectamente del narcotráfico para llevar a cabo sus encargos. Es de suponer que la Fiscalía de Santiago, con la corajuda Yenny Berenice Reynoso a la cabeza, aprovechará esas informaciones para tratar de esclarecer algunos crímenes en proceso de investigación, pero también para desarticular una red criminal que tendría como gatilleros a cuatro miembros de la Policía Nacional, que sigue siendo la escuelita en la que se forma la mayoría de los asesinos a sueldo que engrosan la siniestra industria del sicariato que parece haber encontrado aquí un mercado propicio para instalarse y prosperar.