A la defensiva.- Cuando el peregrino Angel Sosa, el mismo que acaba de  venir a pie desde Dajabón con una cruz a cuestas para expresarle su apoyo al expresidente Leonel Fernández, realizó su publicitado peregrinaje hasta el Palacio Nacional en reclamo de la construcción de una serie de obras de infraestructura  para su provincia  el entonces Presidente ni siquiera lo recibió,  delegando  esa  tarea en una funcionaria de la Oficina de Prensa de la Presidencia.

 Claro, en aquel momento el presidente Fernández, quien nunca ha sido proclive a las efusiones populistas a menos que sean absolutamente  necesarias, como ocurre en tiempos de campaña electoral, era un ser inalcanzable y distante, como ha sido su estilo. Pero quienes tuvieron la oportunidad de presenciar el acto organizado el pasado jueves en la Casa Presidencial peledeísta para recibir a los dos peregrinos, uno desde el lejano Dajabón y el otro desde Higüey, vieron a un Leonel Fernández muy distinto, prácticamente desconocido, confundirse en un cálido abrazo con aquellos  sudorosos y agotados seguidores que fueron  a ofrendarle su respaldo incondicional y más que nada a  comunicarle personalmente que están dispuestos  a defenderle “en cualquier terreno y en cualquier escenario”. ¿Quién  iba a decir que el doctor Leonel Fernández, un animal político que creyó dejarlo todo bien atado para su regreso triunfal en el 2016, sería acorralado y colocado a la defensiva por grupos de jóvenes contestatarios con las redes sociales como su principal arma? ¡Las vueltas que da la vida!