Qué  se dice

Qué  se dice

Simplismo.- A pesar de todo el alboroto provocado por las protestas contra la reforma tributaria, acompañadas de la exigencia de que se castigue al expresidente Leonel Fernández como principal responsable del déficit fiscal, hay gente que apuesta –y así lo expresa públicamente– a la corta memoria de los dominicanos, convencidos de que dentro de unos cuantos meses, y ni hablar del 2016, la fiebre o la moda ya habrán pasado y el exmandatario tendrá totalmente despejado el camino de regreso al solio presidencial.

Aunque, ciertamente, la historia dominicana registra resurrecciones políticas notables como las del doctor Joaquín Balaguer en 1986 y la de Hipólito Mejía en el pasado proceso electoral, donde obtuvo casi un 47% de los sufragios, el cálculo no solo es demasiado simplista para ser tomado en serio sino que minimiza los daños provocados por esas protestas, que ocupan titulares –junto a sus causas– en los más importantes medios de comunicación del planeta,   a la imagen del doctor Fernández. ¿Alguien recuerda que un presidente electo democráticamente haya sido repudiado con tanta virulencia a su salida del poder?    

¿Dónde van?- Alguien debería explicar  qué pasará con los empleados y funcionarios de las cuatro instituciones que acaban de ser eliminadas por decreto debido a que  no cumplían ninguna función. La preocupación  no es ociosa ni impertinente, pues se trata de gente que   cobraba un salario sin prestarle ningún servicio al Estado.   Desde que el gobierno de Danilo Medina empezó a eliminar entelequias corre el rumor de que la mayoría  de esos empleados y funcionarios  son reubicados en otras instituciones, lo que  constituiría una burla a  la prédica de austeridad con la que las autoridades aspiran a convencernos de que los recursos públicos son ahora manejados de manera diferente al derroche que caracterizó la anterior administración peledeísta.

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