Qué se dice

Qué se dice

Nos sentimos en la obligación de informarle que las filas de vehículos que se ven en las envasadoras de gas, así como las estaciones de expendio de combustibles que han cerrado porque no tienen qué venderle a sus clientes, son producto de una crisis ficticia, según el presidente Hipólito Mejía. Y lo mismo ocurre, a juicio del mandatario, en los hospitales, donde la situación no es tan mala ni tan dramática como la han pintado los periódicos. Usted dirá, con razón, que fue la Refinería Dominicana de Petróleo la que informó al país que racionará sus despachos debido a una sobredemanda «inexplicable» en todos los combustibles, y hasta se atreverá a recordar que la fotografía que publicó este diario el sábado pasado, que muestra a un grupo de médicos practicando un parto durante un apagón, ya le dio la vuelta al mundo. Pero como a los presidentes, al igual que a los niños malcriados, no les gusta que los contradigan, le recomendamos que deje que el mandatario siga tranquilito por ese camino, pues muy pronto saldrá de la burbuja en la que ha estado viviendo y tendrá que regresar, quiera o no quiera, a la dura realidad que tenemos que chuparnos el resto de los mortales que vivimos aquí abajo.

La unión y la fuerza

No solo ocurre porque la unión, como siempre, es la que hace la fuerza, sino también porque los apagones nuestros de todos los días han colmado la paciencia de todos y cada uno de los ciudadanos de este apagado país. Miembros de las juntas de vecinos y otras entidades comunitarias de 53 barrios de Santiago, donde el impacto de la crisis energética ha tenido efectos devastadores en el comercio, la industria y la vida cotidiana, han decidido no pagar el servicio hasta tanto no se regularice el suministro. La decisión, si se materializa, deberá empeorar la situación del sector, pues el dramático descenso en los cobros, por culpa precisamente de los apagones, ha contribuído en forma notable al déficit crónico que lo mantiene al borde del colapso. Pero si esos barrios llevan adelante su propósito, oportuno es señalarlo, nos estarán dando una lección que podría sernos muy útil en algún momento, sobre todo en un país que todavía es incapaz de ofrecerle a sus ciudadanos los servicios básicos que necesitan para vivir decentemente.

Operativos

La Policía Nacional ha iniciado una serie de operativos en discotecas, colmadones y otros centros de diversión de la zona oriental de Santo Domingo, donde ocupó una gran cantidad de armas de fuego en manos de civiles, que en su gran mayoría portaban de manera ilegal. El operativo intenta ser una respuesta a la alarmante frecuencia conque en los últimos tiempos se reportan incidentes trágicos en el interior de esos establecimientos, pues las armas de fuego, el hipersensible machismo criollo y el alcohol son una combinación mortalmente explosiva. Ojalá que esos operativos, siempre y cuando se repitan con cierta regularidad, se conviertan en un disuasivo adecuado para tanto matón en potencia que anda por ahí convocando la desgracia de manera irresponsable.

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