Lo que no dijo- Parece que las críticas al discurso de los primeros  cien días del presidente Danilo Medina no se han dirigido a   lo que dijo, que algunos sectores han calificado de positivo y esperanzador, sino a lo que no dijo, lo que los aguerridos grupos juveniles que comandan las protestas contra la reforma tributaria han tomado como un espaldarazo, por omisión, a la impunidad que tanto los indigna.

 ¿Por qué? Porque no habló de las sanciones a los responsables del déficit fiscal, como reclaman, ni de perseguir a los corruptos del anterior gobierno, tan notorios como conocidos. Para colmo, la invitación del mandatario a no perder tiempo en lanzar piedras hacia atrás ha sido interpretado como un “borrón y cuenta nueva”, otro  pasaporte de impunidad a los consuetudinarios desfalcadores del erario.

Eso quiere decir, para que nos entendamos bien, que el discurso no llegó (tal vez porque no estaba dirigido a ellos), ni caló, ni convenció a quienes motorizan y participan en  esas protestas, el más relevante fenómeno social de la posmodernidad criolla (¿me quedó bien?), hasta ahora tan aburrida como los discursos  de Leonel. Por eso ya se están preparando y organizando para continuar protestando y manifestándose contra la reforma tributaria y la manera como fue aprobada en el Congreso Nacional, pero también para exigir sanciones para los responsables  de un déficit fiscal que, según los últimos cálculos, ya pasa de los 200 mil millones de pesos. ¿En qué terminarán todas esas protestas? Eso es difícil saberlo y mucho menos pronosticarlo, y quien diga lo contrario es un mentiroso o un  embaucador de feria. De una cosa, mis queridos lectores, sí podemos estar completamente seguros: pase lo que pase, en el gobierno serán los últimos en enterarse.