La nueva Policía.- “La nueva Policía será menos represiva y más comunitaria”. ¿La importarán de Suiza? Fue lo primero que me pregunté, casi de manera automática, al leer el titular que encabezaba las  declaraciones del Ministro de Anterior (perdón, me traicionó el subconsciente) y Policía, José Ramón Fadul, en las que describe la Policía a la que aspira  el presidente Danilo Medina.

Según el Ministro, la comisión designada para tales fines ya tiene bien claros y definidos los planes concretos que harán posible esa transformación, que incluye el fortalecimiento de las áreas de investigación, prevención y administrativa, todo eso acompañado –¿será verdad tanta belleza?– de mejores y más dignos salarios para sus miembros. Por lo que explica el Ministro de Anterior (¡otra vez!) todo indica que en un plazo breve el proyecto de reforma policial estará en el Congreso Nacional para su estudio y discusión (es un decir), y a no dudarlo también en el breve plazo tendremos aprobada esa reforma. ¿Cómo trasladar todas esas ideas y conceptos, todos esos buenos propósitos, del papel a la cruda y dura realidad? ¿Cómo cambiar la mentalidad represiva de ese policía tan proclive al tránquenlo, al macanazo tranquilizador, al tiro de gracia por cualquier quítame esta paja? ¿Cómo hacerla más comunitaria, más cercana al ciudadano de a pie?  Será una tarea titánica, que requerirá de mucho esfuerzo, muchos recursos y toda la voluntad política del mundo, si realmente es verdad, como dice Fadul, que se quiere una Policía nueva. Ojalá que al gobierno le alcance el tiempo para llevar a feliz término esa ingente tarea, que este país le agradecería eternamente, y sobre todo que no se canse a medio camino o que la politiquería, que todo lo contamina, no lo obligue a mediatizar la aplicación de esa reforma dejando intactas las estructuras que hacen que la  Policía sea lo que es hoy, precisamente lo que queremos cambiar. Sería como echar vino nuevo en odres viejos.