¿A quién le creo?.-  “Nosotros reafirmamos nuestras declaraciones y el país puede estar confiado de que cuando decimos que la burra es baya es porque tenemos los pelos en las manos”. Así se expresó el senador por la provincia Peravia, Wilton Guerrero, durante la rueda de prensa en la que reiteró su denuncia de que una avioneta no identificada sobrevoló, el pasado 13 de enero, la base naval de Las Calderas, en Baní, y que lanzó su cargamento de droga en sus proximidades. Asegurando tener en su poder  un informe elaborado por un organismo de inteligencia del Estado, Guerrero señaló en esa rueda de prensa que producto de la sospechosa incursión de esa aeronave se montó de inmediato un operativo de rastreo, a cargo de unidades antidrogas, que se prolongó hasta las 4:00 de la madrugada. Sin embargo, el jefe de Estado Mayor de la Marina de Guerra, vicealmirante Julio César Ventura Bayonet, volvió a negar  que se produjera la incursión que denuncia el legislador banilejo, insistiendo en que la aeronave avistada era un avión de la Fuerza Aérea que en ese momento realizaba tareas de vigilancia para evitar, precisamente, que el narcotráfico utilice nuestro espacio aéreo para sus actividades. ¿Cuál  de los dos es el que está confundido? Resulta cuesta arriba pensar que Guerrero se esté inventando esa denuncia por afán de protagonismo, como se ha insinuado en más de una ocasión, mucho menos utilizando como parapeto un informe de un organismo de inteligencia del Estado, pero también  que Ventura Bayonet  niegue la existencia de esas operaciones si en realidad se produjeron, pues se le supone el más interesado, después de la Matanza de Paya y la participación de varios de sus subalternos  en ese horrendo crimen, en dejar bien sentada su posición frontal y de combate  al narcotráfico. ¿A quién debemos creerle entonces?