La denuncia la hace, con la vehemencia característica de los curas de pueblo, el padre Regino Martínez: en la frontera se está jugando, maliciosamente, con candela, echándole leña a un fuego que ni es tan grande ni tan peligroso como nos quieren hacer creer. Según el sacerdote existe un marcado interés de sectores del Ejército Nacional, así como de algunos «dominicanistas», en magnificar la situación que se vive en la zona, con la perversa finalidad -sostiene- de alentar la animadversión de los dominicanos hacia el vecino pueblo haitiano. Se trata, no habría ni que decirlo, de acusaciones muy graves, que de seguro desmentirán nuestras autoridades militares, que deberían explicar, de paso, porqué de repente se concede credibilidad a un pasquín contra los dominicanos que desde hace meses está circulando en la zona fronteriza sin que nadie, hasta este momento, le haya puesto el más mínimo caso.

[b]Fuego cruzado[/b]

Se trata, evidentemente, de un ataque inesperado, proveniente de un frente con el que el síndico del Distrito Nacional, Roberto Salcedo, de seguro no contaba, pero que en tiempos de campaña electoral, donde se vale casi todo, encuentra perfecta explicación. Lo que no se explica mucha gente, sin embargo, es de dónde salió la autodenominada «Coalición de Demócratas Dominicanos» que firma el espacio pagado, a toda página, en el Listín Diario, donde se cuestionan algunas acciones del ayuntamiento, ni a quiénes habría que responderle la pregunta (¿Del New York chiquito a la ciudad posible?) que encabeza el costoso anuncio. Pero en lo que se averigua quién atiza, tras las sombras del anonimato, ese imprevisto ataque, haría bien el exitoso productor de televisión si se toma esta andanada como «un avance» de lo que podría esperarle, en caso de que la coalición de demócratas que auspició esa publicación se entusiasme con un recurso propagandístico tan avieso como retorcido.

[b]Disparates[/b]

Aunque solo sea por curiosidad, para saber hasta dónde se puede llegar por esos absurdos caminos, habrá que estar muy atentos a los resultados de las indagatorias que hará la comisión especial designada por la Procuraduría General de la República en el Plan Renove, donde una auditoría practicada por la Contraloría General de la República ha puesto al desnudo una serie de irregularidades que han llenado de espanto a la opinión pública. ¿Está esa comisión, que encabeza el doctor Víctor Céspedes Martínez, en capacidad de establecer qué estuvo bien y qué estuvo mal en una auditoría realizada por profesionales de reconocida capacidad? Antes de responder piénselo bien, no sea que diga algún disparate del que tenga que arrepentirse toda la vida.