Porcentajes. Es evidente que la sociedad dominicana tiene sobradas razones para sentirse alarmada después de que el Instituto Nacional de Protección a los Derechos del Consumidor (Pro Consumidor) diera a conocer los resultados de un estudio realizado por el organismo al salami que se produce en el país.
¿Cómo no espantarse cuando ese estudio arroja que el 97% del embutido analizado no contiene el nivel proteico requerido? ¿Cómo no saltar del asiento al leer que un 15% de la muestra presentó coliformes fecales, vulgo mierda? Dicho esto se entiende y justifica el escándalo del salami que ocupa la atención de los medios de comunicación, que también se han hecho eco del malestar que ha provocado en el Ministerio de Salud Pública que ese informe se haya dado a conocer sin primero notificárselo, pero es de lamentar que Pro Consumidor omitiera señalar, de manera responsable, a las fábricas que incurren en esas violaciones, pues resulta a todas luces injusto que el 3% de la industria que sí respeta las normas nutricionales, de higiene, etiquetado y calidad se vea seriamente afectada en sus ventas sin tener velas en ese entierro.
Reincidente.- O la disciplina se ha relajado mucho en la Policía Nacional o la escasez de agentes es tanta que los mandos han decidido ser tolerantes con las travesuras de algunos descarrilados, incluidos aquellos que han demostrado hasta la saciedad que no quieren pertenecer al cuerpo del orden. Ese parece ser el caso del raso de la institución César Núñez Pérez, al que la jefatura decidió dar de baja luego de que se escapara de la cárcel para alistados que tiene la Policía en San Cristóbal, donde permanecía bajo arresto por haber desertado de la institución por ¡quinta ocasión!