La sentencia.- El ayuntamiento del Distrito Nacional y su síndico Roberto Salcedo han decidido quitarse de encima la onerosa carga que representa para las finanzas de ese cabildo el descuento de siete millones de pesos –RD$84 millones al año– que le hace mes tras mes la Liga Municipal Dominicana (LMD), por lo que solicitó al Tribunal Contencioso, Administrativo y Tributario la anulación del derecho del organismo asesor a realizar ese o cualquier otro descuento de su presupuesto. Las razones tras la decisión del ayuntamiento capitaleño, que desea destinar esos recursos a la construcción de 14 parques recreativos en distintos sectores de la Capital, son atendibles, pues según su secretario general, Domingo Contreras, a partir de la modificación de la ley que rige a la LMD sus funciones quedaron limitadas a las de un simple asesor técnico, pero sea por su falta de interés o de recursos lo cierto es que tampoco con eso cumple; en otras palabras, el ayuntamiento no recibe absolutamente nada a cambio de esos siete millones de pesos que se le descuentan religiosamente. Quien no debe estar muy contento con lo que está ocurriendo es Amable Aristy Castro, pues es muy posible que una decisión favorable a las pretensiones del síndico Salcedo desencadene toda una avalancha de recursos de parte de muchos otros ayuntamientos que tampoco reciben nada a canbio de lo que les descuenta la Benemérita Liga Municipal Dominicana, que todavía retiene alrededor de 600 millones de pesos al año propiedad de los cabildos a cuenta de sus servicios. Por eso no se exagera cuando se afirma que el futuro del hasta hace poco organismo rector de los ayuntamientos del país, el feudo que ha servido de palanca económica al exitoso político higueyano, va a depender en mucho de la sentencia que evacue el Tribunal Contencioso, Administrativo y Tributario, como si se tratara de la célebre espada de Damocles. ¿Servirán las oraciones a la virgencita de la Altagracia para estos trances?