Guerra avisada.- El anuncio del director de la OMSA, Ignacio Ditrén, de que se propone convocar a una licitación para alquilar 300 autobuses para las rutas alimentadoras del Metro ha puesto en pie de guerra a Juan Hubieres, quien a pesar de su condición de diputado siempre tiene puesta la ropa de pelear. El autodenominado comandante rebelde afirma que detrás de ese anuncio está el interés de varios funcionarios del gobierno, a los que citó por sus nombres y apellidos, de apropiarse de las rutas establecidas, y advirtió que de insistir en ese propósito tendrán de frente a los sindicatos. Conocida la pugnacidad, y sobre todo la capacidad de Hubieres y su tropa de alterar el orden público, no es recomendable ignorar su advertencia, que también sirve de alerta a la opinión pública para evitar que un grupo vivos haga otro gran negocio a costillas del Estado dominicano.
Mal generalizado.- Ahora se sabe, después del palo dao por supuesto, que el falso médico que estafó a varias personas en el hospital regional José María Cabral y Báez, de Santiago, hizo lo mismo en otros hospitales en la capital y Dajabón, según reveló ayer el ministro de Salud Pública. La información suministrada por el doctor Bautista Rojas Gómez lejos de justificar, como parece ser el propósito, reviste de mayor gravedad lo ocurrido en el Cabral y Báez, pues simplemente quiere decir que la vulnerabilidad de los sistemas de seguridad y control del personal es un mal generalizado de todo el sistema de salud.
Curiosidad.- Me encantaría estar en la subasta donde se venderán al mejor postor los relojes incautados a José David Figueroa Agosto, cuyo costo total es calculado en alrededor de 23 millones de pesos, más que nada para conocer al turpén que pagará 3 millones 270 mil pesos por uno de ellos.