Qué  se dice

Qué  se dice

Perdemos todos.- Como era de esperarse, la propuesta del presidente de la Cámara de Diputados, Julio César Valentín, de aplazar para el año próximo el aumento de sueldo que reclaman los médicos ha caído muy mal entre la directiva del Colegio Médico Dominicano, empezando, lógicamente, por el  doctor Waldo Ariel Suero, pero por  desgracia ese parece ser el ánimo que predomina entre los miembros de la comisión bicameral responsable de identificar las fuentes que harían posible ese aumento, que empiezan a ser presa del desaliento  ante los tantos  obstáculos que encuentran en el camino.

Esa comisión, hay que decirlo a boca llena, ha cumplido a cabalidad  su papel, se ha esforzado al máximo tratando de sacar recursos  de donde no los hay, pero se ha encontrado de frente con poderosos intereses que se resisten a ser tocados, pero también con un valladar mucho más poderoso  e insalvable:  la explícita renuencia del gobierno a complacer el reclamo de los médicos. Sin ese apoyo, o para mejor decirlo, luchando contra  esa ausencia de voluntad política de parte de un Poder Ejecutivo que todo lo puede la misión  que le fue encomendada  estaba condenada al fracaso.

Ha sido, lamentablemente, una gran pérdida de tiempo, tanto para los médicos, que llevan  meses pendientes de los resultados de las diligencias de los legisladores, aferrados casi con desesperación a esa última esperanza, como para el Congreso Nacional, que ha perdido una oportunidad magnífica, como poder “independiente” del Estado, de hacer un gran aporte a la sociedad dominicana, a su sosiego y tranquilidad, resolviendo el problema salarial de médicos, enfermeras y demás personal del sector salud. Y, por supuesto, pierde también  nuestro frágil y vulnerable sistema de salud pública, al que acude la mayoría de los dominicanos, que volverá a ser severamente trastornado con los traicioneros “paros sorpresa” o las odiosas  huelgas en los hospitales.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas