Qué se dice

Qué se dice

De cuotas “voluntarias”  y algo mas.- Si algún reproche puede hacérsele, aparte de su vulgaridad, al cobro de  una cuota “voluntaria” a los militantes del Partido de la Liberación Dominicana (PLD) con empleos en el gobierno es su falta absoluta de originalidad, pues se trata de una mala costumbre  que echó sus primeras raíces en la Era de Trujillo, a la que Joaquín Balaguer dio continuidad como a tantas otras herencias del trujillismo, y que el PLD y el presidente Leonel Fernández  pusieron en práctica en su primer período de gobierno como si se tratara de la cosa más natural del mundo.

Además de estrujarnos en la cara una práctica ilegal  que además  fomenta la inequidad en favor del partido oficial,  ese cobro  vuelve a poner de moda el controvertido  tema de la financiación de los partidos políticos, pero también su insaciable voracidad en la búsqueda de unos recursos que nunca parecen resultar suficientes para sus crecientes “necesidades”.

Algún cínico dirá que  esas “necesidades” hubiesen podido estar satisfechas hace tiempo si  nuestros legisladores hubieran tenido, además de malicia, un poco más de imaginación, pues no obstante haber  probado  que dan  prácticamente para cualquier cosa no se les ha ocurrido  ponerle un impuesto a las “ganancias excesivas” de los funcionarios públicos,  para usar un eufemismo para nombrar eso  que el vulgo conoce  sencillamente como corrupción, el  lastre que acompaña nuestra vida institucional desde el nacimiento mismo de la república.

El que conoce la historia  de este país puede hacerse una idea, a ojo de buen cubero, de lo mucho que podrían tener hoy en sus arcas nuestros grandes partidos, todos con experiencia de poder, si nuestros políticos hubiesen tenido la cachaza  suficiente, pero gracias a Dios no hemos llegado a esos extremos. Todavía…

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