Hoy 
Nada ilustra mejor el repliegue de la autoridad ante las feroces embestidas de la delincuencia que la medida dispuesta por el jefe de la Fuerza Aérea Dominicana, mayor general Nelson Marmolejos Acosta, de retirarle las armas de reglamento a los alistados adscritos a ese cuerpo, para evitar que los delincuentes -siempre al acecho- los desarmen. Es probable que el general Marmolejos no pretendiera, al hacer su anuncio, dar la impresión de estar a la defensiva frente a una criminalidad que no descansa ni de día ni de noche, pero esa es la impresión que ha quedado en la opinión pública, a juzgar por el rechazo casi unánime que ha recibido la infeliz declaración.
La percepción que se tiene de la realidad -se ha dicho demasiadas veces- suele ser mucho más determinante que la realidad misma, y en algunas ocasiones termina incluso suplantándola. Y la percepción que se tiene, errada o no, del grave problema al que nos enfrentamos, es que la delincuencia ha conseguido torcerle el brazo a nuestras autoridades. ¿Quién nos convence de lo contrario?
Educación y futuro
La estadística, dicho sea sin tapujos, produce escalofríos. Solo cinco de cada cien estudiantes que ingresan a nuestra educación pública consigue graduarse de bachiller. Precisamente para revertir esa dolorosa realidad es que el gobierno afina los detalles para la celebración, el próximo 31 de enero, del Foro por la Excelencia de la Educación Dominicana, que tanto el Poder Ejecutivo como las autoridades educativas esperan signifique el relanzamiento de nuestro sistema educativo. Nadie quisiera incurrir en la perogrullada de proclamar aquí que sin educación no hay progreso posible, o recordar la incidencia que tiene en el Producto Interno Bruto de un país los niveles de escolaridad de su población, pero alguien tiene que decir que con tanta gente bruta este insular terruño de nuestros tormentos no va para ninguna parte.
Renovar el patriotismo
La verdad es que no podía llegar en mejor momento el anuncio de la conmemoración del 40 aniversario de la Revolución de Abril de 1965, para lo cual se prepara la celebración de presentaciones artísticas, conferencias históricas y exposiciones fotográficas, entre otras actividades de carácter oficial. La idea de redimensionar la gesta que rescató la constitucionalidad arrebatada por los militares que derrocaron al profesor Juan Bosch en 1963 la sugirió, a principios de mes, el ingeniero Hanlet Hermann en su artículo semanal, donde también propuso que este 2005 sea considerado como el año de la renovación del patriotismo y la constitucionalidad. Basta abrir los periódicos o salir a la calle para comprobar cuánto está necesitando esta sociedad al borde de la disolución una gesta de la que podamos sentirnos orgullosos, y lo más importante de todo: que nos devuelva la dignidad de ser lo que somos, alta la frente, erguida hasta el cielo la voluntad de seguir adelante.
