Qué se dice
¿A quién creerle?

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Lo ideal es que, efectivamente, los altos funcionarios públicos electos o no pongan claras sus cuentas a la entrada y a la salida de sus cargos, y la obligación legal de que formulen  declaraciones juradas de bienes antes y después  procura  medir lo que a sus patrimonios causó el  paso por el poder. Sin embargo, en este país se puede ser dueño de medio mundo sin que se logre probarlo de manera categórica. Se dispone de mecanismos, hasta con base legal, para que cualquier riqueza esté a nombre de testaferros y no de quien realmente la posee. Además, de que existen otras formas non sancta que pueden utilizarse incluso  para evadir el pago del impuesto sobre la renta. Falsear hechos es una especialidad muy criolla y cuentan que a los prospectos que van a campos de entrenamientos de equipos de Grandes Ligas ya ni siquiera les exigen que prueben con «documentos»  de origen dominicano  su verdadera edad. Eso  ahora es tarea de unos científicos que someten a rigurosos exámenes biológicos la contextura y funciones hormonales de cada quién. ¿Estarán recurriendo al carbono 14 para no fallar?

El gallo cumple…. pero

 Haciendo lo que su modesto presupuesto permite, la Dirección de Desarrollo de la Comunidad a cargo de Luis Acosta Moreta trata de dar soluciones a problemas de barrios que, como en el caso de La Ciénaga, han tenido que coexistir con inmundas cañadas. A pesar de que el diligente político apodado El Gallo (uno de los pocos que pone más énfasis  hacer que en hablar) siempre está en lo suyo, los cienagueros se muestran muy impacientes, pues la insalubridad acosa sus hogares. Ellos reclaman a viva voz que el saneamiento que está en marcha allí  se extienda con prontitud  hasta toda el vecindario. Ya se completó  la primera etapa de la obra de recubrimiento de la extensa cañada del lugar, pero en un gesto que recuerda a Balaguer, que inauguraba hasta tres veces una misma carretera a medida que la iba terminando, el pasado domingo El Gallo  acudió con bombos y platillos a celebrar ese escalón inicial del meritorio proyecto. Más que elogios y reconocimiento –a  los que es acreedor- lo que más escuchó  en medio de la ceremonia fue la demanda de que  vaya más aprisa con  la construcción. Sin perder la ecuanimidad, escuchó las demandas y, mejor aun, defendió con muy buenos argumentos el tiempo que se ha tomado.

¡No hubo maletín!

 Las  célebres sesiones finales de la pasada legislatura sirvieron, como se sabe, para aprobaciones al vapor de leyes y resoluciones que poderosos y discretos intereses manejaban a distancia. Por el hemiciclo  había premura, más no preocupación por las leyes que realmente  hacen una falta enorme a este país. Muchos  congresistas escogieron cerrar su ejercicio dejando dudas sobre su proceder. Pero  por lamentables omisiones contrajeron una deuda con el futuro de la República, a la que urge que exista un estatuto que incentive la inversión en proyectos de energía alternativa, cosa de abrir un camino claro y seguro para disminuir la dependencia del petróleo. Hay empresas serias que con recursos en las manos están dispuestas a desarrollar la generación de electricidad con aprovechamiento del viento, del sol y de la biomasa, y aunque ya la ley que facilitaría tales innovaciones fue aprobada por el Senado, la Cámara de Diputados la pasó por alto hasta el último momento.

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