Qué se dice 
¡Al ataque!

Qué se dice  <BR><STRONG>¡Al ataque!</STRONG>

Franklyn Almeyda, el guerrero sin reposo de este gobierno, ha vuelto a dirigir sus cañones hacia la Policía Nacional, la institución de la que, en su calidad de Secretario de Interior y Policía, es jefe ex oficio, y a la que se supone interesado en mejorar y fortalecer al igual que el resto de la ciudadanía, que contrario a lo que cree el funcionario sigue considerando a la delicuencia, su acoso incesante, como su principal dolor de cabeza. Fuera de discusión está que la institución del orden, como bien señala el funcionario y sabe prácticamente todo el mundo, necesita ser más eficiente y profesional si quiere estar a la altura de las expectativas de la población, pero esa eficiencia y profesionalidad que tanto se echan en falta no se conseguirán con la clase de críticas públicas que de cuando en cuando hace, con obsesiva recurrencia, el secretario de Interior y Policía, sobre todo cuando se cansa de dispararle a mansalva a los ayuntamientos.

El apagafuegos

Ignacio Ditrén, director de la OMSA, ha decidido asumir personalmente la responsabilidad de zanjar la crisis que viene arrastrando la institución en Santiago, a fin de evitar -según sus propias palabras- que la institución colapse. Ditrén se trasladó a la Ciudad Corazón para ver con sus propios ojos, sin que nadie le cuente, lo que realmente ocurre, pero mas que nada a sofocar el agrio enfrentamiento que venían sosteniendo dirigentes peledeístas, lo que ha contribuido al agravamiento del de por sí precario servicio. Pero como suele ocurrir con los funcionarios, que por algo son también políticos, Ditrén ha terminado echándole agua al vino y restándole gravedad al problema, que espera dejar resuelto con el traslado a Santo Domingo del sub-director regional, al igual que otros «problemas menores» como la sustracción del dinero de «algunos pasajeros» tal y como declaró al periódico El Caribe. Ojalá que esos «problemas menores» de que habla Ditrén no le provoquen, a la larga, un disgusto mayor.

Rebelión

Las cosas, sin embargo, no parecen tan simples o tan fáciles de resolver como cree el director de la OMSA, pues como suele suceder con frecuencia en el país de los eternos aplazamientos hablamos de un problema que se ha dejado crecer tanto que ha terminado haciendo metástasis, lo que explica que Ditrén haya encontrado un servicio reducido a la mitad y un envalentonado sub-director regional que se niega a ser trasladado alegando que fue nombrado en el cargo por un decreto del Presidente de la República. Es probable que la rebeldía de un funcionario subalterno nombrado por decreto, que además lo proclama como quien se autodefine intocable, exceda la misión mediadora de Ditrén, pero después que dio ese viaje a Santiago y anunció a boca llena que asumía personalmente la dirección de la institución nadie va a creer que no está en capacidad de resolver ese «problema menor».

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