En el lenguaje oblicuo de los políticos, que tanto sirve para mostrar como para ocultar, el ingeniero Quique Antún ha señalado el destino inmediato de la alianza entre el PRD y el PRSC, bajo el fuego cruzado de dirigentes de uno y otro partido, al afirmar que si bien concluyó de manera formal el pasado 16 de mayo, según lo establece la ley 275-97, ambas organizaciones tienen pr delante compromisos comunes que cumplir, entre los que citó la conformación de las directivas de las juntas de distritos municipales y los bufetes directivos de las salas capitulares de los ayuntamientos donde la Gran Alianza Nacional obtuvo mayoría. Leyendo entre líneas -como hay que leer a los políticos- puede inferirse que esa alianza seguirá adelante para los fines operativos, que es lo que cuenta. Del famoso proyecto de nación del que tanto se habló y cacareó en medio de la euforia triunfalista que rodeó la conformación de esa alianza no se habló una sola palabra, como si se lo hubiera llevado el fuerte viento de la derrota.
Grito al cielo
Así como de alto y fuerte alzó su voz la sociedad de Santiago, y con ella el resto del Cibao, reclamando mayores y más enérgicos esfuerzos para acabar con la pesadilla en que se ha convertido la delincuencia, así de alto y fuerte alzó también su voz la Iglesia a través de la Conferencia del Episcopado Dominicano, que en un documento titulado Juventud, Educación y Violencia señala con pelos y señales los males sociales que sirven de caldo de cultivo a la violencia que nos golpea e intimida, la misma violencia ciega y destructiva que se llevó entre sus garras la vida de Vanessa Rodríguez Fañas. La pobreza extrema que afecta a más de dos millones de dominicanos, la corrupción generalizada, el mal uso de los recursos del Estado, la impunidad judicial, el narcotráfico, y sobre todo la gran brecha que existe entre pobres y ricos encabezan las plagas que se ciernen sobre la sociedad dominicana, que en estos momentos vive entre el miedo, las expectativas y la incertidumbre, sin que se vislumbren respuestas a los problemas más acuciantes… Más claro de ahí…
Preguntas necias…
El Consejo Presidencial Reformista, encabezado por su coordinador, el canciller Carlos Morales Troncoso, hizo ayer un ferviente llamado a la conciencia y responsabilidad histórica de todos los reformistas para que se aboquen a un proceso de reunificación transparente y participativo, durante una concurrida rueda de prensa celebrada en un hotel de la Capital y en la que estuvo acompañado de otros dirigentes del Consejo como Alexandra Izquierdo, Héctor Rodríguez Pimentel y el doctor Humberto Salazar, entre otros. El ambiente, como requería la ocasión, era relajado, distendido y cordial, hasta que la reportera de este diario, Rosa Alcántara, cometió la impertinencia de preguntar a Morales Troncoso con cuáles argumentos se pensaba convencer a los otros reformistas, los de las sombras, de que vale la pena el reencuentro, luego de su apoyo al gobierno y los candidatos del PLD en las pasadas elecciones. Una pregunta tan necia y fuera de lugar, como era de esperarse, solo podía ser respondida con evasivas y circunloquios, y por supuesto también con unas cuantas cortadas de ojo que hubo de llevarse de recuerdo la inquisitiva reportera.