En la brega política, y eso lo sabe un político tan veterano y rejugado como Francisco Javier García, hay que estar preparado para asumir el rol que imponen las circunstancias, de ahí que no sorprenda que el Ministro de Turismo se preste a servir de oportuno apagafuegos de un conflicto que eleva su temperatura en la medida que pasan los días, amenazando convertirse en un gran incendio que arrase con todo. Ayer, en una muestra de que su instinto de supervivencia política todavía funciona, propuso a sus compañeros de partido hacer una pausa hasta el próximo año para emitir sus opiniones acerca de las primarias abiertas o cerradas, sobre las que ya han opinado, y no precisamente para decir que están de acuerdo, el presidente del PLD, el expresidente Leonel Fernández, y su Secretario General, el senador Reinaldo Pared Pérez. Es muy probable que fuera esa expresión pública del nivel que han alcanzado las contradicciones en el partido oficial lo que animara al funcionario a recordar que la época navideña es propicia para manifestaciones de amor y de solidaridad, no para discusiones políticas. Hasta dónde la tregua navideña que ha propuesto el también miembro del Comité Político le quitará presión a la olla a punto de estallar que es hoy por hoy el PLD lo podremos ver en los próximos días, aunque de todas maneras el talante fiestero y cherchoso del dominicano relegará a un segundo plano, por unos cuantos días al menos, la politiquería y sus inacabables querellas y garatas. Pero más allá del espíritu navideño que en estos días lo contagia todo, o de las fiestas “pascueras” y su momentánea ilusión de felicidad, que sepa el Ministro de Turismo que aplazar ese pleito para enero, después de que pase la Semana Santa o mas cerquita del 2020 no cambiará el inevitable desenlace ni sus consecuencias, pues en la guerra fratricida que libran los peledeístas por la candidatura presidencial solo podrá haber un ganador.