Tras los trágicos acontecimientos de Piedra Blanca, que costaron la vida a cuatro regidores y dirigentes de los partidos de la Liberación Dominicana y Revolucionario Dominicano (PLD, PRD) asoman los indicios de que la violencia que allí se expresó con particular intesnsidad estuvo de algún modo estimulada por las directrices que a nivel nacional transmiten los intereses políticos correspondientes para conservar o arrebatar el predominio en las salas capitulares.
En esa rivalidad, el PLD tiene, desde luego, la desventaja de que la gran mayoría de las sindicaturas está en manos del PRD y para confrontarlos con éxito el partido morado tiene que procurar alianzas con el PRSC o sonsacar a perredeístas. Antes de los sangrientos hechos de la provincia Monseñor Nouel, el campo de batalla entre estos adversarios de la política a nivel nacional fue la posesión de equipos pesados que la administración perredeísta entregó a sus síndicos cuando expiraba el cuatrienio anterior. En esos episodios autoridades gubernamentales tomaron por la fuerza parte de esos equipos para ponerlos en manos de las gobernaciones. La acción fue muy criticada en el seno de la opinión pública.
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Policía Comunitaria
En el papel y en la teoría se considera posible establecer vínculos fructivos entre los ciudadanos y los guardianes del orden público. De ahí que exista la denominada Policía Comunitaria, un proyecto que se inició años atrás pero que ninguna jefatura policial se empeñó en consolidar en jurisdicciones importantes.
Se ha quedado a nivel de experimento. Las autoridades han dicho que creen en la posibilidad de que los moradores de diversos barrios desarrollen vínculos permanentes con los cuerpos policiales para hacer más efectivas las labores de vigilancia y persecución del crimen. La idea es que entre policías y ciudadanos imperen relaciones transparentes y de confianza recíproca. Que cada comunidad esté en la posibilidad de cuestionar cualquier comportamiento policial contrario a sus intereses y que los superiores actúen en consecuencia.
Y que incluso en los destacamentos haya la mayor receptividad para que los destacamentos policiales se acojan a las urgencias y necesidades de las familias. Con la llegada del general Bernardo Santana Páeza la jefatura de la Policía Nacional cobra actualidad el proyecto de la Policia Comunistaria, a cuya génsis él estuvo ligado.
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Ha faltado un árbitro
Los esfuerzos por conciliar intereses no han dado todavía los frutos que requiere el proceso que debe dar paso a un proyecto de reforma fiscal aceptable para todas las partes, y aunque parezca que el gobierno tiene el caso resuelto en base a lo acordado con una representación reconocida del empresariado, ha tenido que seguir abierto a las propuestas del sector turístico que decidió hacer valer sus intereses al margen del Conep.
Mientras, sin acudir propiamente a las mesas de debate, representaciones de otros importantes polos de la economía mantienen sus objeciones al perfil de la reforma que otros acogen. V a a ser necesario y ojalá el gobierno esté dispuesto a ello- que los poderes del Estado actúen como árbitros y que a partir de las aspiraciones disímules digan: esto es lo que va. El país necesita una reforma tributaria justa y equitativa que distribuya sacrificios y ventajas, puesto que se entiende que va a consistir en la supresión, por un lado, y la creación, por el otro, de cargas impositivas y nadie debe recibir solo la parte negativa de la reforma en gestión, y menos que nadie, los consumidores.