No ha sido, como pudiera apresurarse a concluir algún mal pensado, para cambiar de tema que monseñor Agripino Núñez Collado  advierte -con evidente tono de alarma- que la realidad del mercado internacional del petróleo, donde el precio del barril superó ya la histórica barrera de los cincuenta dólares con tendencia a seguir subiendo, impone que el gobierno declare sin mayores dilaciones una austeridad general, criticando -incluso- que el presidente Leonel Fernández no haya tomado esa medida desde el momento mismo que se mudó al Palacio Nacional. Ahora hay que rogar para que el gobierno, que luce tan atareado en puntualizar desmentidos, aclarar precisiones y puntualizar aclaraciones, tenga oídos para prestar la atención que requiere la oportuna advertencia de monseñor.

 Corredores

El ciudadano común tiene a su disposición una forma muy simple y práctica de medir, sin excesivo esfuerzo, la eficacia de los funcionarios públicos, como lo es tomar nota del día, la fecha y el lugar en que anunció que hará tal obra o resolverá aquel problema, y transcurrido un tiempo prudente verificar si, efectivamente, ese funcionario ha cumplido -o está cumpliendo- lo que ha prometido. El director de la OMSA, Ignacio Ditrén, informó hace algún tiempo que restablecería el uso de corredores para el desplazamiento exclusivo de los autobuses de la entidad, lo que no solo ahorrará combustible sino que permitirá además que esos aubotubes estén en el tiempo previsto en las paradas, todo en beneficio del usuario. Pero sea porque se hayan presentado inconvenientes para poner en práctica la medida o porque se empezara a implementar sin haberla cacareado lo suficiente, lo cierto es que el servicio que ofrece la OMSA, que ha experimentado -justo es decirlo- una notable mejoría desde que asumieron las nuevas autoridades, necesita que esos corredores vuelvan a operar para que pueda convertise en el transporte eficiente que la ciudadanía necesita y merece.

 Del lado correcto

A monseñor Agripino Núñez Collado se le vio muy preocupado, en medio de las explicaciones sobre las diligencias que encaminó para lograr una aproximación entre el presidente Leonel Fernández y el ex presidente Hipólito Mejía, por dejar bien claro ante la opinión pública que esas diligencias en modo alguno significan que se esté pactando por trasmano la impunidad de nadie, a lo que -por demás- nunca se prestaría. Núñez Collado, evidentemente, ha querido ahorrarse cualquier malentendido que pueda surgir a partir de su esfuerzo de mediación o de la manipulación que puedan hacer de ella sectores políticos interesados, pero más que nada recordarle al país que sigue estando -como debe ser- del lado correcto.