Qué se dice
Capicúa

Qué se dice <BR><STRONG>Capicúa</STRONG>

Esta es la fecha, faltando poco más de un mes para que asuman las autoridades congresionales y municipales electas el pasado 16 de mayo, que Amable Aristy Castro no sabe si tomará posesión de la senaduría por la provincia La Altagracia, que ganó gracias al masivo respaldo de sus compueblanos, o si seguirá al frente de la Liga Municipal Dominicana, el feudo en el que ha sentado sus reales y desde donde, según sus más acerbos críticos, ha consolidado un proyecto político que tiene su proa puesta hacia el Palacio Nacional. ¿Volverá Aristy Castro a desairar a quienes votaron para que les represente como senador en el Congreso Nacional para seguir reinando, por obra y milagro de su capacidad para el amarre político, en la institución rectora de los cabildos del país? Todo indica que esperará, tal y como aprendió de su maestro, hasta el último momento para tomar la decisión que más convenga a sus intereses, con la ventaja adicional del buen jugador de dominó que sabe que va por cualquiera de las dos cabezas.

Burla anunciada

  Como era fácil prever, porque ha pasado ya en otras ocasiones, los choferes y transportistas se han burlado de la decisión de las autoridades de regular, tal y como es su responsabilidad, el precio de los pasajes, pues cada quien aumentó lo que mejor le pareció a sus intereses, ignorando de manera olímpica la autorización de la Oficina para el Reordenamiento del Transporte (OPRET) de aumentar tan solo un peso al pasaje urbano. El episodio ha servido para poner en evidencia, una vez más, que los choferes y transportistas de pasajeros están por su cuenta en este país, pues no hay manera de obligarlos a acatar una disposición oficial, que se entienda beneficiosa para la población, que no sea recurriendo al chantaje o la extorsión, en lo que el Estado dominicano ha invertido, desde la democracia para acá, miles de millones de pesos de los contribuyentes. Aquellos polvos, como suele decirse, han traído estos lodos, con el agravante de que ahora no aparece, desde la autoridad del Gobierno, quien le corte la cabeza al monstruo creado por la demagogia y la complacencia politiquera de este y todos los gobiernos.

Amenazas

  La periodista Patricia Payano, corresponsal de Telemicro Canal 5 en Boca Chica, está atravesando por un mal momento de su vida profesional, tal vez el más difícil de su joven carrera, pues está siendo amenazada de muerte por los familiares de un presunto narcotraficante. Payano, quien ya presentó querella formal ante el fiscal de la provincia Santo Domingo, Perfecto Acosta, explicó que empezó a recibir amenazas de muerte después de reportar para su medio informaciones relacionadas con el tráfico y consumo de drogas en Boca Chica, situación que se agravó luego de que las autoridades decomisaran una yipeta abandonada por supuestos narcotraficantes que se dieron a la fuga. El narcotráfico, como sabe todo el mundo, tiene los juegos muy pesados y no respeta a nada ni a nadie, por lo que es de esperar que las autoridades se tomen en serio las amenazas que ha recibido la joven periodista.

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