QUE SE DICE
Círculo de pobreza

QUE SE DICE<BR> Círculo de pobreza

Ser pobre en este país, definitivamente, tiene su particular encanto. Sobre todo si se tiene la suerte de ser cualquiera de las 200 mil familias que en diciembre ya se estarán beneficiando del programa «Comer es Primero», que ejecuta el gobierno a través del Gabinete Social, que en el 2005 se espera llegue hasta 100,000 hogares de nuestras zonas marginadas. Como si no fuera verdad tanta belleza, agréguele a eso el privilegio de dormir bien todas las noches, debido a que la extensión del Programa de Reducción de Apagones, mediante el cual el gobierno asume el 75% del costo de la energía que se sirve a los barrios carenciados (los mismos pobres de siempre pero con otro nombre), les garantiza un servicio continuo y sin apagones. Para que toda esa pobre gente puede vivir un poco mejor, sin embargo, el gobierno tiene que incurrir en extraordinarios sacrificios, como lo demuestra el hecho de haber gastado -según cálculos del diario El Caribe- la friolera de RD$21,356.3 millones solo en el pago del subsidio al GLP y el servicio de energía eléctrica entre enero y septiembre del 2004. Se trata -¿acaso no lo han adivinado todavía?- de un perverso círculo vicioso del que será muy difícil salir, pues en lugar de aliviar la pobreza invirtiendo en lo que produce riqueza y progreso pagamos lo que no tenemos para que los pobres simplemente sigan existiendo.

El despistado

Las cosas de Antonio Marte. El pintoresco empresario del transporte, a quien la Cámara de Cuentas responsabiliza, junto a otros transportistas, de las irregularidades cometidas en el Plan Renove, acudió el jueves al Palacio Nacional, donde fue recibido -según reseñan las crónicas periodísticas- por el licenciado Danilo Medina, secretario de la Presidencia. A su salida del encuentro Marte explicó a los periodistas que acudió a la casa de gobierno a reclamar que la Justicia establezca responsabilidades en el Plan Renove, «que eso no se quede así», dejando a los muchachos de la prensa un tanto desconcertados. El despiste del veterano transportista se explica, tratándose de un hombre que se ha pasado prácticamente toda la vida bregando con guaguas, mecánicos y choferes, pero no está demás que alguien le informe que la próxima vez que quiera hacer ese tipo de reclamo no tiene que acudir al Palacio Nacional sino al Palacio de Justicia, sede de la Fiscalía del Distrito, un edificio ubicado en Ciudad Nueva que pronto le resultará muy familiar.

Kamikazes criollos

Parecía pertinente, y sobre todo oportuna, la aclaración de la Cancillería desvinculándose de la contratación de choferes dominicanos para transportar combustibles en Medio Oriente, específicamente en Jordania, como oportuno es señalar también que esa contratación no solo es otra prueba mas de que el dominicano, con tal de salir de la isla que lo aprisiona, es capaz de apuntarse incluso a una gira al infierno, sino que supone igualmente un reconocimiento internacional a las habilidades de nuestros choferes de vehículos pesados. Pero nuestros camioneros y patanistas no son los únicos, empero, que podrían prestar extraordinarios servicios en esa conflictiva y peligrosa zona del mundo, pues nuestros motoconchistas, auténticos kamikazes criollos, serían de gran utilidad en misiones de altísimo riesgo.

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