Qué se Dice. La Nueva Barquita sin funeraria

Qué se Dice. La Nueva Barquita sin funeraria

El Gobierno hace esfuerzos por reeducar a los residentes en La Nueva Barquita a fin de que aprendan “a vivir como la gente” en su flamante hábitat, tan distinto al que dejaron atrás, pero hay costumbres difíciles de cambiar, a tal punto que se está dispuesto a pelear para defenderlas. Precisamente lo que ocurrió el pasado jueves cuando la Policía impidió que una mujer fuera velada en uno de los apartamentos con el argumento de que el cadáver presentaba signos de descomposición, cuando la realidad es que el Patronato –comprensiblemente– lo prohíbe. Se produjo un forcejeo entre familiares y la Policía, hubo disparos al aire, el consecuente corre corre, y todo eso en medio de una gran tensión por el temor de que aquello degenerara en otra tragedia. La cosa no pasó de ahí, gracias a Dios, pero los ideólogos de La Barquita deben tomar nota de lo ocurrido para que piensen en una solución que evite la repetición del grotesco espectáculo que mostraron los noticieros de televisión. Porque esa gente seguirá haciendo lo que siempre ha hecho; velar a sus muertos en su casa, con mas razón si tienen que pagar los siete mil pesos que, alegan, les estaba cobrando el Patronato (también hay denuncias de cobros excesivos por el alquiler de los locales comerciales) a los familiares de la mujer para que pudieran velarla en el Multiuso del complejo. No puede olvidarse que, aunque se les ha puesto a vivir en condiciones materiales que nunca soñaron, siguen siendo tan pobres como cuando fueron rescatados de la incertidumbre de vivir a expensas de las traicioneras crecidas del Ozama.

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