Qué se dice : Cuando quieren, pueden

Qué se dice : Cuando quieren, pueden

Claudio Acosta.

Lo primero que pasó por mi mente, al leer la noticia en el periódico, fue una pregunta. ¿Cómo los encontraron tan rápido y cómo los identificaron a todos? Hablo de los 137 ilegales haitianos que, según una nota de prensa de la Dirección General de Migración, fueron apresados en Villa Tapia y expulsados  del territorio  dominicano luego de que el pasado domingo ocuparon el parque central de ese municipio, lo declararon “tierra libre”, e izaron la bandera de su nación junto a la enseña dominicana; y todo eso, según las crónicas, delante de un  impertérrito busto  del patricio Juan Pablo Duarte. Vale recordar que la acción de los haitianos, que acompañaron con cánticos festivos  y ruidosa música de ga-gá, fue considerada como una provocación y una ofensa   a la dominicanidad,  lo que  desencadenó una intensa y extensa –gracias a la redes sociales– oleada de rechazo, exacerbada  por el nacionalismo que muchos compatriotas llevan a flor de piel cuando se trata  de nuestros vecinos. Tal vez fue ese el motivo por el  cual  fueron tan diligentes y eficientes los inspectores de Migración  enviados al lugar de los hechos, donde se produjeron   redadas y detenciones  en comunidades rurales de Villa Tapia, operación que culminó  con el apresamiento de los  provocadores  y su inmediata deportación a través  de la frontera con Dajabón, a donde fueron llevados en autobuses bajo la vigilancia  de miembros  de las Fuerzas Armadas. Pero antes de que diga Colorín Colorado, como en toda historia con  final feliz, hagamos votos para que no sea necesario otro “ultraje a la dominicanidad” para que podamos darnos  cuenta de que tanto la Dirección General de Migración como las Fuerzas Armadas están en capacidad, si realmente se lo proponen, de perseguir, apresar y deportar  a los  haitianos ilegales que nos salen hasta en la sopa,  o de   impedir que entren a territorio  dominicano como Pedro  a su casa.

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