QUE SE DICE
Con amigos así…

QUE SE DICE <BR>Con amigos así…

El presidente de la Refinería Dominicana de Petróleo, Arístides Fernández Zucco, ha decidido -atendiendo «órdenes superiores»- apartarse prudentemente de la polémica pública que venía sosteniendo con el Secretario de Estado sin Cartera Miguel Mejía, pero no sin antes aclarar que nunca se ha opuesto a que sea Venezuela la que transporte, con su propia flota, el combustible que nos vende a través del Acuerdo de Caracas, sino a lo que nos costará la rescisión unilateral del contrato con la empresa OSC suscrito por la anterior administración, como probablemente ocurra dadas nuestras escasas opciones ante la capacidad de presión de nuestro principal suplidor de combustibles. Nada mas y nada menos que 900 mil dólares mensuales, de aquí al 31 de enero del 2006, habría que pagar por concepto de indemnización a la citada empresa, una bagatela para un país rico en petróleo pero una auténtica fortuna para un país pobre y jodido como República Dominicana. ¡Qué viva la amistad domínico-venezolana!

Enhorabuena

Hay que celebrar que el Fiscal del Distrito Nacional, el doctor José Hernández Peguero, dicidiera seguir adelante con el juicio contra 59 oficiales de la Policía Nacional, entre activos y retirados, por el usufructo de vehículos recuperados por la institución tras ser robados a sus propietarios. Complace, igualmente, que el Ministero Público haya optado por comportarse como «el representante del pueblo» que se supone es, el defensor de los intereses de la sociedad, la verdadera agraviada con la inconducta de aquellos llamados a proteger las vidas, bienes y propiedades de sus conciudadanos, precisamente quienes pagan sus salarios con los impuestos que el fisco les saca de los bolsillos. Que sea pues la Justicia, sin regateos ni negociaciones, la que decida los niveles de responsabilidad de todos y cada uno de esos oficiales en los hechos de los que están acusados, confiando en que, al menos por esta vez, la ley nos mida a todos -al margen de rangos, fortunas personales o filiaciones políticas- con la misma vara.

Buhoneros

Nadie quisiera preocupar al síndico Roberto Salcedo antes de que los problemas se presenten, pero no estaría de más saber, conociéndonos como nos conocemos, si el ayuntamiento del Distrito Nacional ha tomado todas las previsiones de lugar para evitar que los buhoneros a los que se está a punto de indemnizar regresen a los espacios públicos de los que serán desalojados o sean sustituídos -peor todavía- por otros, tanto en la avenida Duarte como en el área verde del kilómetro 9 de la autopista del mismo nombre. No está en cuestionamiento la decisión soberana del cabildo de indemnizar a esos buhoneros, pero tampoco conviene perder de vista que esa compensación puede convertirse -vía el llamado efecto demostración- en un estímulo para otros ocupantes de espacios públicos. Culpas son del «padrefamilismo militante», como lo ha bautizado la sociología de bolsillo, pero también de los gobiernos demagogos e irresponsables que nos hemos gastado -dicho sea sin sonrojos- desde la democracia para acá.

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