Qué se dice
Crimen racial

Qué se dice <BR><STRONG>Crimen racial</STRONG>

La muerte lamentable, a las puertas de una discoteca de postín, de la joven estudiante Pura Alexandra Núñez, ya tiene nombre y, más importante todavía, apellido sonoro: crimen racial. Racial porque -se argumenta- el incidente que desencadenó la muerte de la muchacha, a manos de un miembro de seguridad del establecimiento, se originó a partir de un impedimento de entrada motivado en el color de la piel y la “mala pinta” de sus acompañantes, pero también porque en esa discoteca, cerrada por tres meses por un juez, se acostumbraba a ejercer el “derecho de admisión” hasta esos intolerables extremos.

No hay que perder de vista, sin embargo, que a quien se va a juzgar por haber segado la vida en flor de Pura Alexandra es a un ex miembro del Ejército Nacional enganchado a la carrera a portero en funciones de encargado de seguridad y viceversa. Al racismo, el que nos sale por todas partes tengamos o no el negro detrás de la oreja, ya tendremos la oportunidad de sentarlo en el banquillo de los acusados, en un juicio que habría que celebrar, por razones de espacio, en el Estadio Olímpico.

En pie de guerra

  La Policía tendrá que buscar una explicacion más convincente que el manoseado y desacreditado intercambio de disparos para justificar la muerte del joven dirigente del Falpo Elvin Amable Rodríguez, de 22 años, si quiere que vuelva la paz y la tranquilidad a la combativa comunidad cibaeña. La iniciativa de la Fiscalía de Santiago de instalar una Mesa del Diálogo en Navarrete, una instancia de mediación y participación para canalizar las demandas y necesidades de la comunidad, había bajado enormemente las tensiones, pues ha dado a su gente la oportunidad de hacer directamente sus reclamos al secretario de Salud o al de Obras Públicas, como efectivamente ocurrió, haciéndoles creer que por fin se les está escuchando y poniendo atención a sus problemas. Todo eso, por supuesto, se ha esfumado para dar paso a la indignación, y hoy Navarrete está en pie de guerra a causa de una muerte por la que exige una merecida satisfacción.

La lista

  Para hacer más sospechosa esa muerte vale resaltar lo que hoy es vox populi en Santiago y, por supuesto, también en Navarrete: que justo la semana anterior, en esa misma Mesa del Diálogo, el Falpo denunció la existencia de una lista contentiva de los nombres de dirigentes de la organización que serían supuestamente asesinados por organismos de seguridad del Estado, en la que figuraba, coincidencialmente, Elvin Amable Rodríguez. Fidel Santana, coordinador nacional del Falpo, está convencido de que esos planes existen, creencia para nada descabellada si se toma en cuenta que, en los últimos años, por lo menos seis miembros de la organización han caído abatidos en los consabidos intercambios de disparos. Por eso es que la Policía está en la obligación de investigar a fondo y con seriedad la muerte del dirigente popular, ejecutado -según testigos presenciales- en plena calle por una patrulla policial que primero le colocó una capucha en la cabeza y luego le disparó, prácticamente a quemarropa, con un fusil.

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