QUE SE DICE
Diálogo de sordos

QUE SE DICE <BR>Diálogo de sordos

Como quiera que usted lo calcule, no hay forma de que los números cuadren. Y es que 1,500 médicos, entre policías y militares, no son ni remotamente suficientes para suplir la ausencia de los médicos en huelga en los 173 hospitales del país, dando por descontado, por razones obvias, que esos médicos tampoco pueden dejar a sus propios pacientes «en el aire» en los centros donde ofrecen sus servicios. No puede ser esa, entonces, la «solución» a la que eche mano el gobierno una vez se presente la situación que se crearía en los hospitales si los médicos materializan su amenaza, sin dejar de mencionar los riesgos a los que se expone a una población que sería atendida por médicos de alguna manera improvisados, desbordados no solo por la cantidad de pacientes que atenderían sino por la intensidad de un trajín al que no están habituados. Aunque parezca increíble en las presentes circunstancias, la única manera de evitar que con esa insensata huelga se vuelva a sacrificar al «noble y sufrido pueblo dominicano», que es el que acude a los hospitales públicos, es que alguien se anime a romper ese absurdo diálogo de sordos.

Una propuesta

¿Realmente es tan difícil que la comisión mediadora, que preside monseñor Agripino Núñez Collado, y el Colegio Médico Dominicano que capitanea Waldo Ariel Suero se sienten en una misma mesa, todos juntos, a tratar de ponerse de acuerdo mediante el mejor recurso que se conoce? Es probable que, tal y como están las cosas, ciertamente existan algunos enconos, hijos de la incomprensión y la inmadurez (que cada quien se ponga el sombrero que le sirva) que impiden que unos y otros rompan el hielo, pero tal vez valga la pena ensayar una tercera alternativa. De eso, precisamente, se trata la propuesta del presidente de la filial del Colegio Médico en Santiago, el doctor Juan Guillot Caba, quien sugiere que una comisión de prestigiosos médicos santiagueros sea el cauce que conduzca al reinicio de las conversaciones entre los médicos y la comisión mediadora. Guillot cita a profesionales de tanto prestigio como los doctores Salomón Jorge y Rafael Cantizano, entre otros, quienes se muestran dispuestos a poner la primera piedra que haga posible el entendimiento y la armonía que tanto está necesitando el descalabrado sistema de salud pública dominicano. ¡Manos a la obra!

El rompehuelgas

Parece que el director de la Dirección de Desarrollo de la Comunidad (DGDC), Luis -El Gallo- Moreta, tendrá que darse otra vueltecita por Navarrete, donde el Frente Amplio de Lucha Popular (FALPO) llamó a una huelga de 48 horas en demanda de una serie de obras que necesita con urgencia la comunidad, entre ellas un hospital con capacidad para cien camas. El Gallo, según una nota enviada por la DGDC a los periódicos, visitó el fin de semana la levantisca comunidad nordestana, donde «desactivó» la huelga que ya tenían armada sus dirigentes populares en reclamo de agua potable y la reducción de la canasta familiar, pero también repartió -a manos llenas, desde luego- raciones alimenticias y agua potable entre la población. Pero esa alegría, como en toda casa de pobre, duró muy poco, pues desde ayer permanecen cerrados prácticamente todos los comercios de la ciudad, mientras sus calles son fuertemente patrulladas por tropas mixtas de la Policía Nacional y el Ejército. La huelga, hasta ayer en la tarde, se mantenía en la categoría de «pacífica», pero si las cosas se descomponen el gobierno sabe ya a quién pedir auxilio. No será tan famoso como el Chapulín Colorado, pero sirve hasta para romper huelgas.

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