QUE SE DICE
El masaje es el medio

QUE SE DICE <BR>El masaje es el medio

Empezaron a operar discretamente, como quien no quiere la cosa, en la calle Danae y sus alrededores, pero con los años se han convertido en una verdadera plaga, tan dañina como numerosa, al extremo de que en una sola noche la Fiscalía del Distrito Nacional clausuró doce centros de masajes que ofrecían sus especiales «servicios» en Gazcue y la Zona Universitaria. La Fiscalía alega que esos centros eran utilizados para el ejercicio de la prostitución, en la que se utilizaba -incluso- a menores de edad, y la distribución de drogas. O sea que los masajes eran, simplemente, una fachada o tapadera para enmascarar otro tipo de negocio, al parecer nada recomendable y definitivamente reñido con la ley y las buenas costumbres. Ojalá que el cierre de esos falsos centros de masaje dure lo suficiente como para que los vecinos de Gazcue y la Zona Universitaria, que fueron testigos de cómo muchos clientes de esos negocios, sorprendidos «in fraganti» por el operativo, tuvieron que abandonarlos precipitadamente vestidos con tan solo una toalla alrededor de la cintura, tengan la oportunidad de agradecerle a las autoridades la definitiva erradicación de la indeseable plaga.

Fuera de proporción

Así como resulta odioso y abusivo, de parte de los médicos en huelga, sacrificar a los pobres pacientes de este pobre país en su infructuosa lucha con el gobierno por un aumento salarial, así lo es también que los maestros dejen a cerca de 13 mil estudiantes fuera de las aulas, en reclamo de reivindicaciones que pueden lograrse de manera más civilizada y, sobre todo, menos onerosa para la educación pública dominicana. Es el caso de Tenares, donde la Asociación Dominicana de Profesores acaba de anunciar la suspensión, por tiempo indefinido, de la docencia, en demanda de la jubilación de una veterana maestra, el nombramiento de dos profesores y la terminación de tres escuelas. Definitivamente, profesor Cuello, a su gente en Tenares se le ha ido la mano con esa «protesta» fuera de toda proporción.

Historia sin fin

La cárcel de Rafey es un perfecto ejemplo de lo difícil que ha resultado a las autoridades penitenciarias, las de antes y las de ahora, poner freno al tráfico de drogas en ese recinto, a pesar de las frecuentes requisas que realizan las autoridades del penal junto a la Dirección Nacional de Control de Drogas. Y es que se trata, necio sería abundar en ello, de un negocio muy lucrativo, que deja pingues beneficios tanto a sus propiciadores como a sus cómplices, al punto de hacerse consustancial a la vida cotidiana de nuestras cárceles. El pleito que se produjo en Rafey el pasado jueves, en el que resultaron heridos diez reclusos por disputas relacionadas con la venta de una porción de marihuana, es solo otro episodio mas de una historia que nadie sabe cuándo terminará.

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