Qué se dice
El mediador

Qué se dice <BR><STRONG>El mediador</STRONG>

¿Dependen algunos sectores de nuestra economía de la mano de obra haitiana? Afirmativo ¿Nos obliga esa dependencia, cada vez más creciente, a propiciar un consenso entre todos esos sectores y el gobierno para darle al país una política migratoria cónsona con esa realidad? Afirmativo. ¿No hace falta una urgente distensión en las relaciones entre los gobiernos de Haití y la República Dominicana a raíz de los últimos acontecimientos a ambos lados de la frontera? Afirmativo ¿Cuál es el problema entonces? Que lo haya dicho Hans Hertell, embajador norteamericano en el país, un simpático y locuaz puertorriqueño que nunca ha tenido empacho en decir lo que piensa sin muchas vueltas ni acotejos diplomáticos. Lo que sí resulta inaceptable, con el perdón del señor Hertell y todo el cariño que tanto él como su país dicen sentir por una república bananera a la que han intervenido militarmente en dos ocasiones, es su propuesta de mediación frente al gobierno haitiano, pues son precisamente sus declaraciones las que nos hacen dudar de la imparcialidad de sus diligencias.

Obras públicas

  Hablar de la ausencia lamentable de una cultura de gestión pública que tenga entre sus prioridades el mantenimiento adecuado de las obras que se construyen con recursos de los contribuyentes es llover sobre mojado, pero como el gobierno se ha embarcado en un proyecto de la magnitud del Metro de Santo Domingo tal vez valga la pena, así sea a modo de oportuna advertencia, airear uno de nuestros peores defectos, sin duda responsable de la pérdida de miles de millones de pesos en obras que se han dejado caer a pedazos ante la indiferencia, la desidia y la irresponsabilidad cómplice de todos los que nos han gobernado –duele decirlo– desde la caída de la dictadura de Trujillo para acá. Ejemplos, desde luego, abundan por todas partes, pero deténgamos en el túnel de la avenida 27 de Febrero, construido durante el anterior gobierno peledeísta, sobre todo en el penoso estado de deterioro que exhibe, pues no recibe el mantenimiento que una obra de su naturaleza amerita. Quien puede lo poco, dicen por ahí, difícilmente pueda lo mucho, por lo que resulta lógico concluir que si somos incapaces de mantener en buenas condiciones un túnel de apenas un kilómetro de extensión mucho menos un metro. Tan simple como eso.

Sal y agua

  Los que quieran seguir alentando esperanzas respecto a la concretización de la Alianza Rosada están en todo su derecho a seguir durmiendo de ese lado, pero estarían ignorando señales demasiado claras de que esa sazonada alianza se diluye con el paso de los días, y no solo por el hábil juego de cabezas –como los boxeadores– del ingeniero Quique Antún, quien se acuesta diciendo una cosa y al otro día se levanta diciendo otra muy distinta. Ayer anunció la Secretaria de Organización del PRSC, Sergia Elena Mejía de Seliman, que será la Asamblea Nacional Reformista, convocada para el 29 de enero, la que decida si habrá o no alianza con el PRD, con lo que se extiende hasta fin de mes el peligroso limbo en el que ha caído un propósito de acuerdo electoral camino de volverse sal y agua.

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