Qué se dice. El mensaje

Qué se dice. El mensaje

No hacía falta, en realidad, que el propio César el Abusador lo declarara a una periodista en Colombia, donde guarda prisión  a la espera de ser extraditado hacia los Estados Unidos, pero como en este Gobierno hay funcionarios  a los que les encanta hacerse los pendejos, su afirmación de que tiene vínculos con un político dominicano “de alto nivel” cuyo nombre revelará si las autoridades no ponen en libertad a su pareja ha sido oportuna y pertinente, aunque el único “sorprendido” por esa revelación haya sido el Ministro de Interior  y Policía. Por eso ha de esperarse que Monchy Fadul, quien recientemente emplazó a Servio Tulio Castaños, el de Finjus, a que revele los nombres de los funcionarios civiles y militares que en calidad de cómplices le ofrecieron protección, haya puesto toda su atención a las declaraciones que este ofreció a la periodista dominicana radicada en Colombia Carol Pérez, en las que acusa a las autoridades dominicanas de tener presa a su pareja para que no revele sus vínculos  de amistad y negocios con ese importante personaje de la política nacional. Adivina adivinador, ¿quién será? Esa es la pregunta del millón de dólares que, en estos momentos, mucha gente quisiera estar en capacidad de responder, aunque en ciertos círculos (¿no es así, Monchy?) se sabe de quién se trata y, también, que no era el único que mantenía esa relación de cercanía con el capo, como es el caso de los oficiales policiales  que, según se dice, lo acompañaban a todas partes como miembros de su seguridad. Lo que opina un servidor, aunque esa opinión no le agrade al Ministro de Interior y Policía, es que el mensaje llegó alto y claro a quien tenía que llegar, por lo que no debe sorprendernos que, en un tiempo que se considere prudente para cubrir las apariencias, Marisol Franco sea enviada para su casa para que pueda atender  a las pequeñas gemelas que procreó con quien en algún momento fue considerado el Pablo Escobar del Caribe.

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