QUE SE DICE
El plazo

QUE SE DICE <BR>El plazo

Habrá que estar atentos, muy atentos, al cumplimiento del plazo de setenta y dos horas dado por el jefe de la Policía Nacional, el mayor general Manuel de Jesús Pérez Sánchez, a los oficiales que tienen en su poder cerca de 100 vehículos de lujo recuperados tras ser robados a sus dueños, pero que han decidido retener para su provecho particular y de sus familiares. El jefe policial advirtió a sus subalternos que de no obtemperar -como suelen decir los abogados- a su reclamo se harán cómplices de los ladrones de esos vehículos, y como tales serán tratados en los tribunales. No se explicó, empero, si la institución del orden aplicará algún tipo de sanción disciplinaria contra esos oficiales aunque devuelvan lo que no les pertenece, o qué se hará contra aquellos que incurrieron en el delito de alterar su numeración, de manera fraudulenta, con la intención de apropiárselos. Esperemos la explicación.

Cuando un moro es noticia

En un país donde los periódicos ofrecen la información, como si se tratara de una cosa del otro mundo, de un operativo de limpieza y fumigación dispuesto por las autoridades de Salud Pública en los hospitales, para combatir la plaga de cucarachas y ratones que amenazan la salud de médicos, enfermeras y pacientes, es lógico que también sea noticia, de alto interés nacional, el hecho de que los pacientes del Darío Contreras puedan disfrutar, gracias a los buenos vientos que traen las nuevas autoridades, de un sabroso moro de guandules, acompañado de carne y ensalada, como parte de la alimentación que recibirán de ahora en adelante. No se trata, sin embargo, de un milagro atribuíble a la capacidad de las nuevas autoridades de sacar de donde no hay (los hospitales arrastran un déficit de 70 millones por concepto del subsidio que deben recibir del gobierno) sino a los esfuerzos de su director, el doctor Héctor Maceo Quezada, quien ha recurrido al crédito con el comercio mientras llegan los recursos que permitan rescatar ese hospital del vergonzoso estado de prostración y abandono en que fue dejado.

Malas costumbres

El síndico de Santo Domingo Este se queja, con razón, de la mala costumbre de sus munícipes, quienes sacan los desechos a las calles a cualquier hora del día, sin tener en cuenta el horario de recogida de la basura ni la frecuencia conque pasan los camiones, para no hablar de la peor costumbre de formar un nauseabundo vertedero en cualquier lugar, mostrando muy poco respeto por el entorno en el que viven. Esa «mala costumbre» es en gran parte responsable, según Domingo Batista, de la extraordinaria cantidad de basura que se acumula en las calles del municipio. Ha sido precisamente por eso que se ha decidido integrar a las juntas de vecinos a una tarea que es responsabilidad de todos, pero resulta evidente que una conducta tan arraigada no cambia de un día para otro. Y es que, como dice Freddy Beras Goico, la gente es demasiado puerca.

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