Qué se dice 
El remedio y la enfermedad

Qué se dice  <BR><STRONG>El remedio y la enfermedad</STRONG>

Lo peor que puede ocurrir, en medio del tirijala que han desatado las aspiraciones continuistas de Amable Aristy Castro al frente de la Liga Municipal Dominicana, es que se busque un remedio tan fuerte que mate la enfermedad pero también al enfermo, que no otra cosa pretenden quienes proponen reducir el papel de la LMD a su mínima expresión o los que simplemente desean verla desaparecer del mapa institucional dominicano. Por eso deben andar com mucho tiento los legisladores que apuran una modificación de la ley 166-03, que reduciría sensiblemente los ingresos de la Liga, a fin de no lesionar el sagrado principio de autonomía del poder municipal, sin olvidar tampoco que no todo lo que hace en favor de los cabildos es o ha sido negativo para la municipalidad. El interés expresado por distintos sectores de la vida nacional, justificado o no, de evitar que el astuto político higueyano se vuelva a salir con las suyas no puede estar por encima de ese sagrado principio, que empieza por el derecho de los ayuntamientos a tener un organismo asesor a la medida de sus necesidades.

Cosas de muchachos

  Si bien resulta un simplismo reducir a un problema generacional, de lo nuevo contra lo viejo, el conflicto que agita las aguas reformistas a causa de la decisión de la Comisión Política de escoger al senador electo Amable Aristy Castro como candidato a presidir la Liga Municipal Dominicana, tampoco debe pasarse por alto el hecho de que los primeros en alinearse detrás de Sergia Elena de Séliman, la Secretaria de Organización en rebeldía, han sido el secretario general Víctor Gómez Casanova y la Juventud Reformista, cuyos dirigentes convocaron a una rueda de prensa para emplazar públicamente a la cúpula de su partido a que convoque una Asamblea Nacional Extraordinaria para que sea en esa instancia partidaria, mucho más amplia, abierta y democrática, donde se decida si la organización quiere o no dirigir la Liga Municipal Dominicana. No estamos hablando, como pudiera crerse, de cosas de muchachos, producto de la inmadurez y la falta de experiencia, sino de un reto muy serio que ojalá se atrevieran a aceptar quienes hoy dirigen al PRSC.

Polémica

  Las polémicas y discrepancias entre funcionarios e instituciones van camino a convertirse en un sello característico de la presente administración, pues si bien llama la atención -para citar un ejemplo muy reciente- que el Jefe de la Comisión Nacional de Negociaciones Comerciales, el economista Julio Ortega Tous, se muestre abiertamente en desacuerdo con el presidente Fernández y buena parte de su gabinete respecto al DR-CAFTA y sus eventuales beneficios para el país, la polémica entre la Dirección General de Aduanas y la Dirección Nacional de Drogas en torno al hallazgo de un alijo de 2,582 kilos de cocanía, el más grande en la historia de la lucha contra el narcotráfico en República Dominicana, no parece tener ni pies ni cabeza ni tampoco propósito. ¿Por qué insiste la Dirección General de Aduanas en decir que se trató, prácticamente, de una casualidad el hallazgo del importante cargamento, mientras la DNCD y la embajada de Venezuela en el país coinciden en señalar que se trató de un operativo conjunto, incluída la valiosa colaboración de Aduanas y sus modernos equipos de rayos x? Nadie se lo explica, probablemente porque no hay explicación para una polémica que no conduce a ninguna parte.

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