Qué se dice
En manos del enemigo

Qué se dice <BR><STRONG>En manos del enemigo</STRONG>

La noticia no podía llegar en peor momento, justo cuando nos enteramos, por boca del secretario de Interior y Policía, el doctor Franklyn Almeyda, que no hay forma de saber quién, dentro de la Policía Nacional, es un «agente del orden» compitiendo de manera desleal con aquellos -los delincuentes- a quienes está llamado a perseguir.

La revelación del vicealmirante Iván Peña Castillo, presidente de la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD), dando cuenta de la expulsión de ese organismo de 498 agentes por su vinculación, directa o indirecta, con el narcotráfico, ha provocado una auténtica conmoción, pero servirá sin duda para que nos hagamos una mejor idea del calibre del enemigo al que nos enfrentamos y, más que nada, de su capacidad para infiltrar todos los estamentos de nuestra sociedad, especialmente aquellos organismos destinados a su combate y persecución. Aunque no sea, en modo alguno, un consuelo, hay que agradecerle al vicealmirante Peña Castillo el haberle informado al país que, también en la lucha contra el narcotráfico, estamos -como suele decirse popularmente- en manos del enemigo.

Elecciones aplazadas

  Tras casi dos años de atraso en la convocatoria, la Dirección Nacional de la Asociación Dominicana de Profesores (ADP) anunció el pasado tres de abril que las elecciones del gremio se realizarían, ¡por fin!, el 26 del mes en curso. Pero como habrá podido advertir el más distraído de los mortales, el 26 de abril pasó hace rato, y nada se dijo sobre el montaje de las aplazadas elecciones; al contrario, ese día la sede del sindicato estuvo más tranquila que nunca, dado que la mayoría de los empleados y dirigentes se encontraban en un hotel agasajando a las secretarias que laboran tanto en la ADP como en la Cooperativa Nacional de los Maestros. A pesar de que no se habla de planchas ni de candidatos esas votaciones están llamadas a renovar los cuadros dirigenciales de la ADP, tal y como señalan sus estatutos, por lo que su posposición coloca a su actual Comité Ejecutivo en las fronteras mismas de la ilegalidad.

Jugando dos cabezas

  A pesar de la ostensible irregularidad de esa situación hay sectores del magisterio que no desean que esas elecciones se celebren, por lo que se han dedicado a boicotear, con notorio éxito, su organización. Y la razón es tan sencilla como cínica: prefieren esperar a que pasen las elecciones de mayo próximo, para ver si los candidatos del grupo al que pertenecen dentro de su partido gana algún puesto. Si eso ocurre, no tendrían inconveniente en dejar la cómoda poltrona del gremio; de lo contrario, intentarían reelegirse en el importante puesto que ostentan dentro de la ADP. Lo más lamentable de todo esto es que muchos de esos «dirigentes», que se supone están llamados a representar a los maestros, a velar por sus intereses, ni siquiera pasan por la sede de la ADP a pesar de que devengan sueldos que rondan los RD$50 mil pesos mensuales.

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