Ahora es cuando el país se entera de que la inversión de 600 millones de dólares que haría en Bahía de las Aguilas una empresa francesa, anunciada con bombos y platillos desde Londres, ha quedado reducida a «simples aspectos conceptuales», tal y como definiera el presidente Leonel Fernández la exposición que hicieran los franceses de su proyecto en el concurrido encuentro convocado en la PUCMM para dar a conocer, precisamente, las bondades y maravillas de esa inversión y su impacto en la empobrecida región sur.

Por eso dice un sotorreído Max Puig, secretario de Medio Ambiente, que lo que presentaron los eventuales inversionistas es tan solo «un punto de partida» de lo que podría ser un proyecto de desarrollo turístico de la zona, y probablemente por eso también se escuchó a un presidente Fernández referirse al asunto con tanta cautela y comedimiento. O sea que el gran proyecto ecoturístico del que habló el secretario de Turismo Felucho Jiménez, que en su entusiasmo llegó a decir que los franceses habían hecho hasta el estudio de impacto ambiental, resultó ser mucha espuma y poco chocolate.¡Qué decepción!

Quejas

  Alguien quiere saber si todos y cada uno de los profesores de la UASD se sintieron aludidos cuando hace unos días el presidente Leonel Fernández, y ya antes importantes sectores de la vida nacional, los llamó insensatos a causa de la intransigente postura asumida por su gremio en la «lucha reivindicativa» que mantiene paralizada, desde hace más de veinte días, la universidad más vieja de América, pues esa misma persona tiene noticias ciertas de que ya hay grupos de profesores planteando la necesidad de marcar distancias con algunos excesos cometidos, y mas que nada preguntándose hasta dónde un reclamo sin duda legítimo ha sido instrumentalizado por intereses para nada académicos o laborales. Ojalá que al reiniciarse la docencia en la UASD, que se espera ocurra de lunes a martes, ese profesorado saque tiempo para llevar al seno de su gremio algunas críticas, absolutamente pertinentes, sobre la forma en que ha conducido esta «jornada de lucha».

¡Qué buena idea!

  A Minou Tavárez Mirabal, quien aspira a seguir siendo diputada cuatro años mas, se le ha ocurrido una excelente idea -a propósito de la necesidad que tiene el país de ahorrar combustibles- que si bien no va a caer muy bien entre muchos de sus compañeros, sobre todo después de la anunciada integración del presidente Fernández a las actividades proselitistas de los candidatos del PLD, es perfectamente atendible: que partidos y candidatos se abstengan de realizar actividades que requieran de grandes gastos de combustibles. Minou no está pidiendo, entiéndase bien, que se suspenda -en este decisivo tramo de la campaña electoral- una forma de hacer proselitismo que es parte consustancial de la cultura política del dominicano pero sí que se limite o modere, nada del otro mundo siempre y cuando sea posible a nuestros partidos y sus líderes poner a un lado las mezquindades propias de la política.