Los residentes del sector Las Frutas, en Los Mina, recuerdan con nostalgia cómo tres años atrás el servicio de recogida de basura era una maravilla; puntual y eficiente, tal por vez aquello de que escobita nueva barre bien. Y efectivamente, no bien había transcurrido un año cuando ese excelente servicio empezó a deteriorarse visiblemente, hasta que la basura y los vertederos improvisados se convirtieron en parte del paisaje cotidiano de sus calles.

Pero en los meses previos a las elecciones del 16 de mayo, como por obra de un milagro, la recogida de basura recobró la eficiencia del primer año e incluso mejor, pues había días en que los camiones recolectores pasaban hasta dos veces. No hay que ser brujo para adivinar lo que ocurrió después de conocerse los resultados de las elecciones, sobre todo sabiéndose que el actual síndico, Domingo Batista, no pudo reelegirse en el cargo; el servicio ha vuelto a ser un desastre, al extremo de que los pocos camiones que pasan, cuando les da la gana de pasar, no recogen la basura si no les pagan. Así las cosas a los residentes de Las Frutas solo les queda una esperanza: que Juan de los Santos, su nuevo síndico desde el próximo 16 de agosto, resuelva definitivamente -y no tan solo por unos cuantos meses- el eterno problema de la basura.

Sólo contra el mundo

  El senador por Valverde, César Augusto Matías, dice estar dispuesto a denunciar “ante el mundo” las irregularidades que habrían afectado su candidatura si el fallo de la Cámara Contenciosa de la Junta Central Electoral, ante la que solicitó una revisión de conteo, le resulte desfavorable, lo que llevará su caso ante la Comisión Interamericana de los Derechos, en Costa Rica, y la Organización de Estados Americanos (OEA). Ojalá que el vehemente legislador, que intenta reelegirse en el cargo, tenga suerte en esas diligencias en el exterior, pues por aquí parece haber muy pocas esperanzas de que le reconozcan su “victoria”, mucho menos después de que acusó públicamente a los jueces de la JCE que conocen su caso de haberse vendido al gobierno para favorecer al candidato oficialista. Con razón dicen por ahí que la lengua es el castigo del cuerpo.

Falta vigilancia

  Hay que saludar la decisión de la jefatura de la Policía Nacional de ordenar una investigación de los robos en monumentos y plazas históricas a raíz de la sustracción del sable de bronce de la estatua ecuestre del general Máximo Gómez, víctima por segunda ocasión de la codicia de los insaciables ladrones de metales, que no solo han dejado desarmado al libertador de Cuba sino que tampoco respetan las tarjas conmemorativas no importa donde se encuentren, las tapas de alcantarillados, alambres eléctricos y telefónicos, trozos de puentes y prácticamente toda la vieja y enmohecida vía férrea del Consejo Estatal del Azúcar, que en paz descanse. Pero así como se saluda y considera positiva esa investigación hay que decir también que esas sustracciones se producen por falta de vigilancia policial, lo que ha empezado a subsanarse con el inicio de Barrio Seguro en la Zona Colonial pero que todavía resulta insuficiente para mantener a salvo de los amigos de lo ajeno nuestras plazas y monumentos históricos.