Al igual que el doctor Amable Aristy Castro, secretario general de la Liga Municipal Dominicana, mucha gente quisiera creer que el senador José Tomás Pérez fue sacado de contexto al ser citado recomendándole al presidente Leonel Fernández prescindir del Congreso Nacional en la complicada tarea de gobernar este complicado país, pues resulta difícil asociarlo a una petición tan fuera de lugar y definitivamente antidemocrática. Por eso es preferible conceder, en atención a la que ha sido, hasta ahora, una impecable y exitosa trayectoria política, el beneficio de la duda al legislador peledeísta, pero fijemos nuestra atención sobre la preocupante facilidad conque aquí se habla de disolver el Congreso o gobernar por decreto ante cualquier confrontación entre dos poderes del Estado, algo absolutamente nornal en la vida democrática, pues si no se han dado cuenta todavía José Tomás Pérez no ha sido ni el primero ni el único (por ahí andan «líderes de opinión» a los que se ve muy entusiasmados con la idea) en atreverse a sugerir tamaño despropósito.

Vistas públicas

Aunque fue lo primero que debió hacerse hay que saludar de todas maneras la celebración, en el ayuntamiento de Santiago, de la sesión de vistas públicas prevista para hoy, en la que se discutirá la solución al vertedero a cielo abierto de Rafey. La comisión oficial designada para encontrarle el bajadero a un problema que, por ser de salud pública, no resiste más aplazamientos, ha decidido poner en marcha el mejor mecanismo para hacer frente a problemas que afectan a mucha gente; el consenso. Si esas vistas públicas se hubieran realizado antes de anunciar públicamente que se construiría un relleno sanitario en la sección El Naranjo, los promotores de esa solución se hubieran ahorrado la cerrada oposición surgida, probablemente por falta de información o simples ganas de jorobar, a una idea que podría ser la más conveniente para todos los sectores afectados, evitando de paso que los políticos, siempre dispuestos a pescar en río revuelto, metan su mano y compliquen mas las cosas con sus intrigas e interesados tejemanejes.

Propuesta alocada

Un psiquiatra de Santiago propone que todo el que vaya a ser designado en la administración pública sea previamente sometido a un examen completo de psicología y psiquiatría, a fin de establecer si está en condiciones de asumir esa responsabilidad. El doctor Francisco Angeles señala, como una de las motivaciones de su propuesta, el hecho de que en las dos últimas administraciones se designaron funcionarios con trastornos mentales y problemas conductuales muy serios, por lo que se hace necesario evitar que ese tipo de designaciones vuelvan a repetirse y el país, en manos tan poco confiables, termine en brazos del caos y la ingobernabilidad. El profesional no cita los nombres de los funcionarios de anteriores gobiernos a los que atribuye problemas mentales o de conducta, lo que no debe extrañar en un país acostumbrado a las medias verdades (o a las medias mentiras, que viene siendo lo mismo), pero tampoco hace falta ser psicólogo o psiquiatra para darse cuenta -por que ahí están los hechos, testarudos, confirmándolo- que este país ha sido gobernado completamente a lo loco en los últimos años.